| Yo me casé con una negra encantadora, una negra dulce como la miel
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| Y como yo soy un negro color goma, nuestro producto salió negrito también
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| Un negrito que midió veintiuna y media, y pesó nueve con algo, casi diez
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| Fue tan grande la alegría que sentí yo al ver a ese niño, que en mis brazos lo
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| tomé y le canté:
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| ¿Dónde vas, Carbonerito, dónde vas a hacer carbón?
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| A la Villa, lla, a la Villa lla, a la Villa del Señor
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| A esa negra yo la quiero, con todo mi corazón. |
| Es la madre de mis hijos
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| Y la dueña de mi amor
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| Ella tiene bemba grande, y yo soy bien narizón. |
| Y así feos como somos
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| Nos tenemos mucho amor
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| Ya me ha dado seis negritos, y dos más quisiera yo, para completar los ocho
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| Y cantarles la canción, que dice así:
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| ¿Dónde vas, Carbonerito, dónde vas a hacer carbón?
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| A la Villa, lla, a la Villa lla, a la Villa del Señor
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| A la Villa, lla, a la Villa lla, a la Villa del Señor, del Señor
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| Yo me casé con una negra encantadora, una negra dulce y fina, una negra del
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| Señor
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| A la Villa, lla, a la Villa lla, a la Villa del Señor
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| Ella me lava y me plancha, me cocina el alimento
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| Por eso cantando digo: ¡ay, qué negra tengo!
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| Ya se ha formado el rumbón, los negros siguen llegando
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| Leña estoy necesitando, más carbón para el fogón, que se acaba
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| A la Villa, a la Villa, a la Villa del Señor
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| A la Villa, a la Villa, a la Villa del Señor |