| Ay, qué calor que hace en el balcón de Paul
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| Ay, qué calor que hace cuando se va el sol
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| Todos comentan esa extraña situación
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| Pero todos terminan en el balcón
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| Se preguntan por qué de día está cerrado
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| Y cuando despunta la noche se pone alborotado
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| Pero nunca nadie ha contado qué pasó
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| Porque ninguno que entra sale igual que como entró
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| Son puras conjeturas lo que ocurre allá adentro
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| Uno mismo se figura que es de un sismo el epicentro
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| No hay censuras, subalternos, compromiso ni gobierno
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| Es en la altura un pasadizo al paraíso en el infierno
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| Y ahí se actúa con desparpajo
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| Nada se ve, ni de una grúa
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| Ni de arriba ni de abajo
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| Y sin trabajo ni overol
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| Obtenés lo que ves
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| Todos hablan de Paul
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| Y nadie sabe quién es
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| Ay, qué calor que hace en el balcón de Paul
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| Ay, qué calor que hace cuando se va el sol
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| Todos comentan esa extraña situación
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| Pero todos terminan en el balcón
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| Dicen que todo es hard, que nada es soft
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| Que Scotland Yard lo quiere clausurar porque hay un slot
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| Dicen que es avant garde
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| Un display con el replay de lo mas hot
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| Es The Ripley, «believe it or not»
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| Dicen que ni el tarot predice lo que ahí se desarrolla
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| Y que arde Troya como en Vietnam o Camboya
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| Dicen que esperan que sus sueños cristalicen
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| Dicen que dicen pero a mí que me revisen
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| Ay, qué calor que hace en el balcón de Paul
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| Ay, qué calor que hace cuando se va el sol
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| Todos comentan esa extraña situación
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| Pero todos terminan en el balcón
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| Dicen que pierden la memoria al terminar la aventura
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| Y hasta el teléfono mas caro carece de cobertura
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| Y le va mal al que habla de este caos y desorden
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| Y por eso nunca va ningún soplón ni ningún blogger
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| Lo que pasa en el balcón queda en el balcón
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| Como las cámaras no andan muchos cambian de rol
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| Y mientras dura el descontrol parece el mundo al revés
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| Dale una careta a un hombre y verás quién realmente es |