| Un joven caballero pasó cabalgando
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| En un día de invierno azul como la nieve
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| Pidió beber, junto a nuestro fuego,
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| Y me complació dejarlo quedarse
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| Bebió allí tranquilamente por un rato,
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| Entonces se volvió y me dijo Tus ojos son verdes, como la hierba de verano,
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| Tus labios son rojos como una rosa recién cortada,
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| Tu cabello es suave como un arroyo irlandés
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| Y tu voz se llena de dulce belleza
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| Y las últimas palabras que le oí decir
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| donde «volveré, por ti, mi amor, el día de navidad»
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| Llegará la noche pero no dormiré,
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| Mientras observo las estrellas que lo guían,
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| no puedo ubicar donde esta el suyo,
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| Pero aún así mi corazón va con él,
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| Estoy guardando toda mi ropa de domingo
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| Por el día, el día en que me iré
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| Padre sabe, mi hermana sabe,
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| Y mis amigos, están felices por mí Y el sacerdote dice, deberías agradecer a Dios,
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| Por la bendición de tanta belleza,
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| Y las últimas palabras que le oí decir
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| donde «volveré por ti, mi amor, el día de navidad»
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| Volveré por ti, mi amor, el día de navidad.
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| Y las últimas palabras que le oí decir
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| Fueron las últimas palabras que le oí decir
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| Volveré por ti, mi amor, el día de navidad
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| Te juro que volveré el día de navidad,
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| Y sí, volveré el día de navidad.
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| volveré, por ti, el día de navidad,
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| Mi amor volveré el día de navidad,
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| Volveré, mi amor, el día de navidad
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| El día de Navidad… |