| Hoy, he sabido lo que valgo para ti, | 
| he aprendido que para amarte hay que sufrir, | 
| la lección muy bien me la aprendí. | 
| Y no, no me gustó y no quiero verte nunca más | 
| porque mis ojos se cegaron de mirar | 
| lo ya indecible que sólo me hizo sufrir. | 
| Sí, sé que con Dios llevas muy buena relación, | 
| pero conmigo otra fue la situación. | 
| Tú no me amaste y como a mí tampoco a él. | 
| Tú me hiciste ver el infierno sin ser | 
| la culpable de una cruel crucifixión. | 
| Lo bueno que es contigo señor, conmigo, conmigo nunca lo fue. | 
| Conmigo fue infiel, me hizo llorar, me hizo todo lo que no se debe hacer. | 
| Me hizo sufrir, me hizo penar, pero de todo corazón lo perdoné. | 
| Tú, tú me enseñaste que en la cruz Jesús murió | 
| crucificado por amar y por amor | 
| y que murió por todos. | 
| ¿Cuál es la causa de que no me amaras tú? | 
| Si yo moría por ti, por nadie más por ti, | 
| pero yo vi que esto nunca te importó. | 
| Ay, y menos mal que de la muerte me salvó, | 
| el amor propio que mi padre me inculcó | 
| con mucho orgullo y con mi propia dignidad. | 
| Me dije hasta aquí, hoy me tengo que ir, romper contigo esa fue mi obligación, | 
| no sabía dónde ir, si vivir o morir y empecé a penser en mi con fe y con | 
| devoción. | 
| Y una noche vi al cielo tisú cuajado de estrellas muchas de ellas formaban una | 
| cruz | 
| y me dio la señal de que era el gran final de un constante sin vivir, | 
| me iluminó y entonces vi por fin la luz. |