| Tú solo eres el sanador de los heridos
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| Solo tú eres el refugio de los quebrantados
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| Fortalece, pues, nuestro corazón y no nos cansemos
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| Aquieta nuestras almas y haznos valientes en el fuego
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| Que nuestra fe se convierta en una montaña
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| Que se levantará y nunca caerá
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| Elevado muy por encima del valle
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| Declaramos que venga tu reino
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| Nos aferraremos a lo que has prometido
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| Hasta el día en que nos llames hogar
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| Que nuestra fe se convierta en una montaña en la que nos paramos
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| Solo tú conoces el final y el principio.
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| Solo tú ves un camino cuando la esperanza se desvanece
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| Fortalece, pues, nuestro corazón y no nos cansemos
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| Aquieta nuestras almas y haznos valientes en el fuego
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| Que nuestra fe se convierta en una montaña
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| Que se levantará y nunca caerá
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| Elevado muy por encima del valle
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| Declaramos que venga tu reino
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| Nos aferraremos a lo que has prometido
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| Hasta el día en que nos llames hogar
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| Que nuestra fe se convierta en una montaña en la que nos paramos
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| No nos veremos afectados por el caos
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| Nos mantendremos firmes sin importar el costo
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| No más preocupaciones, no más miedo
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| Toda duda desaparecerá
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| No nos veremos afectados por el caos
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| Nos mantendremos firmes sin importar el costo
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| No más preocupaciones, no más miedo
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| Toda duda desaparecerá
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| Desaparecer
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| Que nuestra fe se convierta en una montaña
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| Que se levantará y nunca caerá
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| Elevado muy por encima del valle
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| Declaramos que venga tu reino
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| Nos aferraremos a lo que has prometido
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| Hasta el día en que nos llames hogar
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| Que nuestra fe se convierta en una montaña
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| Que se levantará y nunca caerá
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| Elevado muy por encima del valle
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| Declaramos que venga tu reino
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| Nos aferraremos a lo que has prometido
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| Hasta el día en que nos llames hogar
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| Que nuestra fe se convierta en una montaña en la que nos paramos
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| Que surja nuestra fe
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| Que surja nuestra fe
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| Fortalece nuestra fe en Ti |