| Dejame hablarte de mi madre compañero
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| Es un angel del cielo, pero me habla del diario
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| Y atenderla no puedo, me habla en la casa, al celular
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| O en mi trabajo, para contarme una vez mas la misma historia,
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| Me cambia el nombre
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| Me confunde con mi padre
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| Mi pobre madre esta perdiendo la memoria.
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| Mira mi amigo, yo tambien hace unos meses a mi madre querida
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| Cada vez que me hablaba me le negue mil veces
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| Se me olvido que alguna vez aquella santa me dio la vida
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| Y a mi lado siempre estuvo
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| La conciencia me grito no seas ingrato
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| Tenle paciencia como ella te la tuvo.
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| Y ahora que haces cuentamelo amigo mio
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| Hoy le hablo a diario y voy a verla más seguido
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| Como no amar a quien me ama sin medida,
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| A esa señora todo amor, todo ternura
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| Ahora mismo voy y me la como a besos.
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| Haces muy bien, llena su alma de dulzura
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| Mírame a mi yo hablo a diario con mi madre,
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| Ojala me oiga desde alla en su cepultura
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| «Una esposa es un oro molido, un hijo es un diamante
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| Y una madre, es la tierra donde se forjan esos tesoros»
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| Y ahora que haces cuentamelo amigo mio
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| Hoy le hablo a diario y voy a verla más seguido
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| Como no amar a quien me ama sin medida,
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| A esa señora todo amor, todo ternura
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| Ahora mismo voy y me la como a besos.
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| Haces muy bien, llena su alma de dulzura
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| Mírame a mi yo hablo a diario con mi madre,
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| Ojala me oiga desde alla en su cepultura |