| Desde los cañones de la mente
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| Whe vagan y tropiezan a ciegas
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| A través del laberinto a menudo enredado
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| De noches sin estrellas y días sin sol
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| Mientras preguntaba por algún tipo de pista
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| Un camino para llevarnos a la verdad
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| pero quien va a responder
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| Lado a lado, dos personas se paran
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| Juntos jurando de la mano
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| Ese amor está incrustado en sus corazones.
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| Pero pronto comienza un sentimiento de vacío
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| Para abrumar sus vidas huecas
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| Y cuando buscan los «cómo» y los «por qué»
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| quien respondera
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| En una colina extraña y lejana
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| Un joven yace muy quieto
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| Sus brazos nunca sostendrán a su hijo
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| Porque una bala corriendo salvaje
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| ¡Lo ha derribado! |
| y ahora lloramos
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| "¡Querido Dios! |
| ay por qué, ay por qué»
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| pero quien va a responder
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| En lo alto de una cornisa solitaria
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| Una figura se tambalea cerca del borde
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| Y las multitudes burlonas se acumulan debajo
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| Para incitarlo con «vamos hombre vamos»
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| Pero quién preguntará qué lo llevó
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| A su día privado de perdición
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| y quien va a responder
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| Si el alma se oscurece
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| Por un miedo que no puede nombrar
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| Si la mente está desconcertada
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| Cuando las reglas no se ajustan al juego
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| quien va a responder...
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| aleluya
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| En esta habitación con tonos oscuros
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| El aroma del sándalo impregna
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| Los pensamientos de colores en las cabezas confusas
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| recostados en las camas revueltas
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| De sueños deshechos que no pueden hacerse realidad
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| Y cuando preguntamos qué debemos hacer
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| quien respondera
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| Debajo del árbol de hongos que se extiende
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| El mundo gira en la apatía
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| Como arriba una fila de motas
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| ruge, ahogado por las discotecas
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| Y si se presiona un botón secreto
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| Porque un hombre ha sido superado
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| quien respondera
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| En nuestra esperanza en cáscaras de nuez
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| ¿Usado alrededor del cuello con las campanas del templo?
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| O en lo profundo de algunas paredes enclaustradas
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| ¿Las figuras encapuchadas rezaban en bolas?
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| ¿O en libros viejos en estantes polvorientos?
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| ¿O en nuestras estrellas? |
| ¿O en nosotros mismos?
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| quien va a responder
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| Si el alma se oscurece
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| Por un miedo que no puede nombrar
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| Si la mente está desconcertada
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| Cuando las reglas no se ajustan al juego
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| quien va a responder...
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| aleluya |