| Mi primer beso fue
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| Más bien tarde que pronto
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| Tenía 16 y ese bigotillo tonto
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| Ella se me acerco
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| Menos mal porque si lo tengo que hacer yo Quizás aún estaría, más virgen que maría
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| Pero a todos nos llega el momento
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| Donde no hay otra salida
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| Ella me dijo: «Espero que eso sea el móvil»
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| Cuando empezaron a temblar mis pantalones
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| Y yo le dije: «no cariño, eso es mi hombría
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| Que lleva 16 añitos escondida»
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| Camino a casa paramos en 100 portales
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| Y pude desabrocharle tan solo un par de botones
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| Por eso cuando fui a mear
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| No os podéis imaginar
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| Que dolor dentro de cartera
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| Cuando llego un municipal diciéndome
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| «pero chaval, qué haces meándote en la acera»
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| Ella tardo 5 segundos en decirle al policía
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| «nisiquiera lo conozco»
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| Exactamente lo mismo que tarde yo En guardar mi china disimulando en su bolso
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| Mi primer beso fue
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| Algo contradictorio
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| Es verdad, hubo placer
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| Y un dolor de mil demonios
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| Pues yo jamás pensé
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| Que dolería tanto la primer vez
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| Que quedas más caliente
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| Que el tipo del tridente
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| Y por fin llego el duro momento
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| De la triste despedida
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| Ella me dio un teléfono para llamarla
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| Y resulto ser el de un restaurante chino
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| Y cuando llamé preguntando por Yolanda
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| Y un chino me leyó las clases de arroz frito
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| Empezaron a salir rallos y centellas
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| Encima de mi cabeza, como si en una viñeta
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| Viviera triste y desolado con el único consuelo
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| De haberte tocado las narices
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| Cuando tu padre descubrió en tu bolso
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| Un sospechoso olor llegado de bajos países
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| Al fin de semana siguiente
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| Cuando nos vimos de frente
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| No quiso ni saludarme
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| Cuando le dije picaresco
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| «Nena, yo soy tu refresco
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| Agítame antes de usarme»
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| Y así como empezó mi andadura en el amor
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| Lo peor es que pasa el tiempo y no he mejorado mucho
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| Sigo siendo aquel niño flacucho
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| Lo que sí es verdad, es que no he vuelto a besar
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| Ni lo volveré a hacer jamás con los ojos cerrados
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| Eso es solo para enamorados que pasan la vida en babia |