| Donde probabas tú la seda y el chifón
|
| Que llamo la atención de todo aquel que vió
|
| Tu cuerpo de princesa, y ahora velo ahí
|
| Tirado en un rincón de aquel viejo desván
|
| Guardando la emoción de cosas que no están
|
| Y vuelvo a recordar las horas de tibieza
|
| Y creo revivir el loco ir y venir
|
| Buscando por doquier el viejo maniquí
|
| Para poder lograr decorar tu belleza
|
| Y yo desde un rincón contemplo tu actuación
|
| Tratando conseguir con gran preocupación
|
| Algún nuevo color que luego te pondrás
|
| Y lucirás coqueta
|
| Las lagrimas empañan la visión
|
| Y veo en el rincón del viejo maniquí
|
| A aquella que yo quise
|
| (Hablado)
|
| Dime tu por que me abandonaste
|
| O acaso no lograste
|
| Las cosas que soñabas
|
| No viste con que ganas que yo
|
| Trabajaba luchando sin descanso
|
| Para darte mi abrigo
|
| O acaso, o acaso no entendiste que te amaba
|
| Como te ama un amante, como quiere un amigo
|
| Mas tu creiste que eras reina
|
| Que yo tu esclavo debía darte todo y así
|
| Y así te di mi amor y me anulaste
|
| Y te regalé todo, te di mi sangre
|
| Mis sentidos mis caricias y tu todo lo tomaste
|
| Y me anulaste mas, mas cuando te pedí un poco de amor
|
| Tu sin mirar hacia atrás te marchaste
|
| Devuélveme el amor, dame la vida
|
| Dame la vida que te di dame los sueños
|
| Devuelve el corazón aquí a mi pecho
|
| Que ya vacío y ya desecho de llorar
|
| Se acuerda hoy de ti dame el amor, dame la vida |