| Tío, ¿qué coño te pasa últimamente?
|
| Mira, si tienes un problema lo hablamos y ya
|
| Pero deja de comportarte así
|
| Mira tío, esto es paranoico, perdido
|
| ¿Sabes? |
| y mi paciencia tiene un límite
|
| Eras un chico con tus cosas, como todos
|
| No parecías mal tipo de cualquier modo
|
| ¿Introvertido además? |
| Quizás, no sé
|
| Tal vez guardarte cosas a veces no te hizo bien
|
| En más de una ocasión di la cara por ti
|
| Y si fue necesario, sí, me la partí
|
| Te eché una mano en tus cosas y te prometo
|
| De aquello no me arrepiento, pues hice lo que sentí
|
| No sé si las drogas o las malas influencias
|
| O algo patológico que nubla tu conciencia
|
| Tu respuesta al hablar del tema, siempre fue tensión (¡calla!)
|
| Te alejabas de la realidad con la presión
|
| Tienes un problema y no lo quieres ver
|
| Haz cambiado por completo tu forma de ser
|
| Soporté más salidas de tono de las precisas
|
| Ya no te aguanto más, no es traidor el que avisa
|
| No te hagas más daño, deja de odiar
|
| Asume tu responsabilidad
|
| Pues culpar a los demás no te va a ayudar
|
| Ahogándote en tu propia bilis estás
|
| No te hagas más daño, deja de odiar
|
| Asume tu responsabilidad
|
| Pues culpar a los demás no te va a ayudar
|
| Ahogándote en tu propia bilis
|
| Esa rubia te gustaba, pero ya no está contigo
|
| Y hace meses decidisteis seguir con vuestros caminos
|
| Por tus celos enfermizos ni siquiera sois amigos
|
| Tú lo llamas desamor, pero es acoso tu castigo
|
| La amenazas y la insultas en mensajes de texto
|
| Tiene amigos protectores y les das el pretexto
|
| Te has metido en un buen lío y es normal
|
| Yo no soy violento, pero si le haces eso a una amiga acabas mal
|
| Y ahora niega que es tu culpa, di que el mundo te maltrata
|
| Acúsame y escóndete de la verdad como una rata
|
| Señalas con el dedo al exterior sin mirar dentro
|
| Crees que todos van a por ti, te crees el centro
|
| Y te defiendes de enemigos que no existen
|
| Vomitas con las tripas revueltas por el rencor
|
| Ya no me importas, empiezas a ser un chiste
|
| Alejas a la gente que te quiso alrededor
|
| No te hagas más daño, deja de odiar
|
| Asume tu responsabilidad
|
| Pues culpar a los demás no te va a ayudar
|
| Ahogándote en tu propia bilis estás
|
| No te hagas más daño, deja de odiar
|
| Asume tu responsabilidad
|
| Pues culpar a los demás no te va a ayudar
|
| Ahogándote en tu propia bilis
|
| Los traumas, por problemas en tu casa
|
| La chica que te puso los cuernos con un cachas
|
| ¿Tu madre es de una secta, tu padre se emborracha?
|
| Cada uno tiene su cruz, sus malas rachas
|
| Con tu actitud te pones trabas para todo
|
| Y cuando todo falla, tu locura retoza en el lodo
|
| Paranoias, ¿sales de tu cuerpo por las noches?
|
| Sueñas con matar, ¿verdad? |
| Escuchas voces
|
| Me odias, me quieres golpear
|
| Yo me alegro de que falte valor, capacidad
|
| Tú sabes que los locos que además tienen agallas
|
| Acaban en loqueros, o en chirona, nunca falla
|
| Ves todo negro, se te escapa la pelota
|
| Cuchillos, pañeras, cuellos y cuerdas
|
| ¿Odio contra mí o contra ti, acaso importa?
|
| Di mucho por ti, pero ya no te acuerdas
|
| No te hagas más daño, deja de odiar
|
| Asume tu responsabilidad
|
| Pues culpar a los demás no te va a ayudar
|
| Ahogándote en tu propia bilis estás
|
| No te hagas más daño, deja de odiar
|
| Asume tu responsabilidad
|
| Pues culpar a los demás no te va a ayudar
|
| Ahogándote en tu propia bilis
|
| Memoria de pez es lo que tienes
|
| Y algo que no funciona entre tus sienes
|
| Mírate, apenas te sostienes, y me dices una y otra vez
|
| «¿Y tú quién eres para hablarme así?»
|
| ¡Te voy a hacer atravesar paredes!
|
| Yo, soy la voz de la poca razón
|
| Del hilillo de cordura que aún perdura en tu interior
|
| Y te pido que reacciones y que te hagas el favor
|
| Que quizás estás a tiempo de acudir a algún doctor
|
| ¿Trastorno bipolar, esquizofrenia, todo un poco?
|
| Complejo de inferioridad enorme, neurosis
|
| ¿Manías esquizoides o por drogas, psicosis?
|
| «Maldita sea, sal de mi cabeza, no estoy loco»
|
| Matarías a todos los que te dicen la verdad
|
| Pero no puedes y tu impotencia te engullirá
|
| Así que haz que entre el humo del tubo de escape en tu coche
|
| Y ahí siéntate a respirar hasta que sólo sientas paz |