| La noche cae como un manto otoñal
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| Las estrellas me oirán recitar
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| Los versos que están escritos en luz
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| Alumbrándome en la oscuridad
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| Mas solo el camino que se abre ante mi
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| Parece esconder el final
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| Si la muerte es el sitio a donde he de partir
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| Marchare al alba
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| Pero hoy estamos reunidos aquí
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| Cantaremos canciones que harán derribar
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| Los cimientos de la humanidad
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| ¡Escuchad!
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| La noche cae y la Luna vendrá
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| La fortuna nos sonreirá
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| Mil deseos y una voluntad
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| Hoy unidos por la eternidad
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| ¿Dónde nace la esperanza? |
| ¿ dónde muere la razón?
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| ¿dónde empieza la mentira si no late el corazón?
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| La muerte no nos podrá arrebatar
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| Las quimeras dejadas atrás
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| Somos hijos de la tempestad
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| Cuerpo y alma en un sueño inmortal
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| No es la mano de los dioses la que escribirá el final
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| Ni el antojo del destino, ni los golpes del azar
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| Son los actos del presente los que nos otorgarán
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| Un lugar en esta historia que jamás ha de acabar
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| Pero hoy estamos reunidos aquí
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| Cantaremos canciones que harán derribar
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| Los cimientos de la humanidad
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| Y al final
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| Bastará
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| Recordar
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| El viento sopla a nuestro favor
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| Y traerá ecos de redención
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| Mil aullidos y uina sola voz
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| Surgirán de un simple rumor
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| No es la mano de los dioses la que escribirá el final
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| Ni el antojo del destino, ni los golpes del azar
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| Son los actos del presente los que nos otorgarán
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| Un lugar en esta historia que jamás ha de acabar
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| Pero hoy estamos reunidos aquí
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| Cantaremos canciones que harán derribar
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| Los cimientos de la humanidad
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| Y al final
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| Bastará
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| Recordar
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| Mi lealtad |