Información de la canción En esta página puedes encontrar la letra de la canción The Physician ( from Nymph Errant ), artista - Blossom Dearie. canción del álbum Blossom on Broadway, en el genero
Fecha de emisión: 09.09.2017
Etiqueta de registro: Black Cat
Idioma de la canción: inglés
The Physician ( from Nymph Errant )(original) |
Once I loved such a shattering physician |
Quite the best looking doctor in the state |
He looked after my physical condition |
And his bedside manner was great! |
When I’d gaze up and see him there above me |
Looking less like a doctor than a Turk |
I was tempted to whisper, «Do you love me |
Or do you merely love your work?» |
He said my bronchial tubes were entrancing |
My epiglottis filled him with glee |
He simply loved my larynx |
And went wild about my pharynx |
But he never said he loved me |
He said my epidermis was darling |
And found my blood as blue as can be |
He went through wild ecstatics |
About my lymphatics |
But he never said he loved me |
And though, no doubt, it was not very smart of me |
I get on a-wracking of my soul |
To figure out why he loved every part of me |
And yet not me as a whole |
By my esophagus he was ravished |
Enthusiastic to a degree |
He said 'twas just enormous |
My appendix vermiformis |
But he never said he loved me |
He said my cerebellum was brilliant |
And my cererum far from N G |
I know he thought a lotta |
My medulla oblogota |
But he never said he loved me |
He said my maxillaries were marvels |
And found my sternum stunning to see |
He did a double hurdle |
When I shook my pelvic girdle |
But he never said he loved me |
He seemed amused |
When he first made a test of me |
To further his medical art; |
Yet he refused |
When he’s fixed up the rest of me |
To cure that ache in my heart |
I know he thought my pancreas perfect |
And for my spleen was keen as can be |
He said, of all his sweeties |
I’d the sweetest diabetes |
But he never said he loved me |
(traducción) |
Una vez amé a un médico tan devastador |
Bastante el médico más guapo del estado. |
Cuidaba mi condición física |
¡Y su actitud al lado de la cama fue genial! |
Cuando miraba hacia arriba y lo veía allí encima de mí |
Pareciendo menos un médico que un turco |
Tuve la tentación de susurrar: «¿Me amas? |
¿O simplemente amas tu trabajo?» |
Dijo que mis bronquios eran fascinantes |
Mi epiglotis lo llenó de alegría |
Simplemente amaba mi laringe |
Y se volvió loco por mi faringe |
Pero nunca dijo que me amaba |
Dijo que mi epidermis era querida |
Y encontré mi sangre tan azul como puede ser |
Pasó por éxtasis salvajes |
Sobre mis linfaticos |
Pero nunca dijo que me amaba |
Y aunque, sin duda, no fue muy inteligente de mi parte |
Me pongo a atormentar mi alma |
Para averiguar por qué amaba cada parte de mí |
Y sin embargo, no yo como un todo |
Por mi esófago fue embelesado |
Entusiasta hasta cierto punto |
Dijo que era simplemente enorme |
Mi apéndice vermiformis |
Pero nunca dijo que me amaba |
Dijo que mi cerebelo era brillante |
Y mi cerebro lejos de N G |
Sé que pensó mucho |
Mi bulbo raquídeo |
Pero nunca dijo que me amaba |
Dijo que mis maxilares eran maravillas |
Y encontré mi esternón impresionante de ver |
Hizo un doble obstáculo |
Cuando sacudí mi cintura pélvica |
Pero nunca dijo que me amaba |
Parecía divertido |
Cuando me hizo una prueba por primera vez |
Para promover su arte médico; |
Sin embargo, se negó |
Cuando haya arreglado el resto de mí |
Para curar ese dolor en mi corazón |
Sé que pensó que mi páncreas era perfecto |
Y porque mi bazo estaba tan agudo como puede serlo |
Dijo, de todos sus dulces |
Tendría la diabetes más dulce |
Pero nunca dijo que me amaba |