| La hierba se lamentó, se inclinó hacia el suelo,
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| Y en algún lugar del calor, las grullas se fueron volando,
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| Un mes joven giraba en la distancia,
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| Esparciendo sus rayos, más allá del río plateado.
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| En los campos de malaquita, los acianos hieren la miel,
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| Y sobre algo en las ramas, los ruiseñores cantan tristemente,
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| Los traviesos vagaron, el viento sonando con arpas,
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| Pero con él otra vez, como antes, no me llamará.
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| Grosellas en los labios, negro amargo,
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| Y todo parece estar bien, pero me duele el alma,
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| En la turquesa me dio por no levantarme,
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| Conozca los pecados pesados, manténgase en el suelo.
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| Junto al camino hay un manantial, con agua amarga y muerta,
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| Bueno, aunque solo sea por un momento, me gustaría encontrar un sorbo vivo,
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| Iría con ella al monasterio, la consagraría en el icono,
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| Sí, grosellas más tarde, rociado cada hoja.
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| Grosellas en los labios, negro amargo,
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| Y todo parece estar bien, pero me duele el alma,
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| En la turquesa me dio por no levantarme,
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| Conozca los pecados pesados, manténgase en el suelo.
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| Grosellas en los labios, negro amargo,
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| Y todo parece estar bien, pero me duele el alma,
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| En la turquesa me dio por no levantarme,
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| Conoce los pecados pesados, mantente en el suelo,
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| En la turquesa me dio por no levantarme,
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| Conozca los pecados pesados, manténgase en el suelo. |