| Oh santa noche, las estrellas brillan intensamente | 
| Es la noche del nacimiento de nuestro querido Salvador | 
| Durante mucho tiempo yacía el mundo en el pecado y el error anhelando | 
| Hasta que apareció y el alma sintió su valor | 
| Una emoción de esperanza, el mundo cansado se regocija | 
| Porque allá rompe una mañana nueva y gloriosa | 
| Cae de rodillas, oh escucha las voces de los ángeles | 
| Oh noche divina, Oh noche en que nació Cristo | 
| Oh noche, oh noche santa en que nació Cristo | 
| Humildemente Él yacía, Creador venido como criatura | 
| Nacido en el piso de un establo esparcido por el heno | 
| Verdadero Hijo de Dios, pero con rasgos humanos | 
| Entró en la tierra para revertir la caída de Adán | 
| En la gracia imponente, hizo a un lado su gloria | 
| Y en nuestro lugar, fue sacrificado por el pecado | 
| Cae de rodillas, oh escucha la historia del evangelio | 
| Oh noche divina, Oh noche en que nació Cristo | 
| Oh noche, oh noche santa en que nació Cristo | 
| Venid, pues, a Aquel que yace en el pesebre | 
| Con pastores gozosos, proclamadlo como Señor | 
| Que el Hijo Prometido no permanezca como un extraño | 
| En adoración reverente, haz de Cristo tu Adorado | 
| La vida eterna es de aquellos que lo reciben | 
| Con gracia y paz adornará sus vidas | 
| Cae de rodillas, recibe el Don del cielo | 
| Oh noche divina, Oh noche en que nació Cristo | 
| Oh noche, oh noche santa en que nació Cristo |