Información de la canción En esta página puedes encontrar la letra de la canción Hombre Preso Que Mira A Su Hijo, artista - Pablo Milanés.
Fecha de emisión: 18.05.1982
Idioma de la canción: español
Hombre Preso Que Mira A Su Hijo |
Cuando era como vos me enseñaron los viejos |
Y también las maestras bondadosas y miopes |
Que libertad o muerte era una redundancia |
A quién se le ocurría en un país |
Donde los presidentes andaban sin capanga |
Que la patria o la tumba era otro pleonasmo |
Ya que la patria funcionaba bien; |
En las canchas y en los pastoreos |
Realmente, botija, no sabían un corno |
Pobrecitos creían que «libertad» |
Era tan sólo una palabra aguda |
Que muerte, era tan sólo grave o llana |
Que cárceles, por suerte una palabra esdrújula |
Olvidaban poner el acento en el hombre |
La culpa no era exactamente de ellos |
Sino de otros más duros y siniestros |
Y estos sí, como nos ensartaron |
En la limpia república verbal y cómo idealizaron |
La vidurria de vaca y estancieros |
Y cómo nos vendieron un ejército |
Que tomaba su mate en los cuarteles |
Uno no siempre hace lo que quiere |
Uno no siempre puede, por eso estoy aquí |
Mirándote y echándote de menos |
Por eso es que no puedo despeinarte el coco |
Ni ayudarte con la tabla del nueve |
Y acribillarte a pelotazos |
Vos sabes bien que tuve que elegir |
Otros juegos y que los jugué en serio |
Y jugué, por ejemplo, a los ladrones |
Y los ladrones eran policías |
Y jugué, por ejemplo, a la escondida |
Si te descubrían te mataban |
Y jugué a la mancha y era de sangre |
Botija, aunque tengas pocos años |
Creo que hay que decirte la verdad |
Para que no la olvides, por eso |
No te oculto que me dieron picana |
Que casi me revientan los riñones |
Todas estas llagas, hinchazones y heridas |
Que tus ojos redondos miran hipnotizados |
Son durísimos golpes, son botas en la cara |
Demasiado dolor para que te lo oculte |
Demasiado suplicio para que se me borre |
Pero también es bueno que conozcas |
Que tu viejo calló o puteó como un loco |
Que es una linda forma de callar |
Que tu viejo olvidó todos los números |
Por eso no podría ayudarte en las tablas |
Y por lo tanto olvidé todos los teléfonos |
Y las calles y el color de los ojos |
Y los cabellos y las cicatrices |
Y en qué esquina y en qué bar |
Qué parada, qué casa |
Y acordarme de ti |
De tu carita me ayudaba a callar |
Una cosa es morirse de dolor |
Y otra cosa morirse de vergüenza |
Por eso ahora, me podés preguntar |
Y sobre todo puedo yo responder |
Uno no siempre hace lo que quiere |
Pero tiene el derecho |
De no hacer lo que no quiere |
Llora no más, botija |
Son macanas que los hombres no lloran |
Aquí lloramos todos |
Gritamos, chillamos, moqueamos, berreamos |
Maldecimos, porque es mejor llorar que traicionar |
Porque es mejor llorar que traicionarse |
Llorar, pero no olvidés |