| viento helado
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| escalofríos hasta los huesos
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| Un velo barrido por la niebla
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| Nubla la orilla
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| Los horizontes ceden a la luz pálida
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| El abrazo de la mañana, un respiro amargo
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| Ante los montículos de muertos, lloramos
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| Miles asesinados por la gloria para siempre
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| han pasado tres dias
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| Desde que dimos batalla por primera vez
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| Una tarea sin esperanza
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| Sin embargo, demostramos nuestro temple
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| A pie en costas extranjeras
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| (Sin esperanza, sin hogar)
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| Yelmos hendidos y escudos rotos
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| (Lanzas rotas y hachas desgastadas)
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| Pocos sobrevivimos para ver un nuevo día
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| (Y al final de este día, nos desvaneceremos)
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| En los cuentos de hombres mortales
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| (Porque nadie anhela ver salir el sol de nuevo)
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| Vinimos, no solos
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| Un rey, una reina y un ejército
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| Victoria, probamos con nuestras cuchillas
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| Su sangre, nuestra sangre, ahora una con las olas
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| toque de malicia
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| Un agarre helado
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| Un destino cruel
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| para no morir
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| magullado y sangrando
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| Agotado y helado
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| Un destino cruel
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| para no morir
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| Mareas, ven y lávame
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| De dolor, pérdida y miseria
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| Barrer la sangre en el mar
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| Y lleva esta carga tan lejos de mí
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| Libérame del recuerdo
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| De esta escena roja como la sangre
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| Tantos muertos por lo que se puede ver
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| Todo en nombre de una tierra una vez libre
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| La mentira muerta destrozada
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| Y pronto también los moribundos
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| Somos pocos los que aún nos aferramos a la vida
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| Tropezar con las mareas
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| Nuestra fuerza ha dejado nuestros cuerpos
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| Mientras la vida se filtra de nuestras heridas
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| Doy la bienvenida a la fría oscuridad
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| El cálido abrazo del hielo |