| Eres alta, morena dulce y fresca, flor fina
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| En mi cabeza, eres tan coqueto
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| Vamos, sígueme en mi sueño de terciopelo
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| Todos los días pienso en ti como un pensador que piensa en su corazón
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| Llorar como un torrente de flores finas
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| Este torrente de lamentos internos no me asusta
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| Solo quiero creer en esta felicidad tan rara
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| Eres hermosa, morena, dulce, fina, fiel
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| bruja del amor
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| Tú sígueme, huye, yo te sigo, huye, sígueme
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| en un poema
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| Vamos a la deriva en busca de alguna sombra
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| Tú sígueme, huye, yo te sigo, huye, sígueme
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| Iremos hasta el fin del mundo...
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| Difusa, irreal, atemporal: esta pequeña melodía que me hace revolotear
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| Esas dulces palabras que susurra en mi oído
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| Es ella, ella y su mirada de siempre
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| Ella sueña conmigo, su carita me embruja
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| Es mágico, irracional, no se llama, lo admiro desde el cielo,
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| de mi nube
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| Marrón, dulce, crujiente, sabio como una imagen.
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| Ella sabe cómo esperarme de estas expresiones faciales y hacer que me sonroje cuando
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| deshacer su corpiño
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| Tú sígueme, huye, yo te sigo, huye, sígueme
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| en un poema
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| Vamos a la deriva en busca de alguna sombra
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| Tú sígueme, huye, yo te sigo, huye, sígueme
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| Iremos hasta el fin del mundo...
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| Cuando veo esa estrella en la noche
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| Sé que piensas en mí, piensa en lo que hacemos en la cama
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| Lo que dos amantes hacen por el resto de sus vidas
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| Que buscan, encuentran, abrazan, enfurruñan, besan, no mienten,
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| masaje
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| Y para siempre vernos el uno al otro amor
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| Que buscan, encuentran, abrazan, enfurruñan, besan, no mienten,
|
| masaje
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| Y para siempre ver el amor |