Información de la canción En esta página puedes encontrar la letra de la canción Luciferian Elegy, artista - Tales Of Dark. canción del álbum Fragile Monuments, en el genero Классика метала
Fecha de emisión: 30.07.2006
Etiqueta de registro: Solitude
Idioma de la canción: inglés
Luciferian Elegy(original) |
Penetrate deep into my pain |
Clandestine and silent, yet never to subside |
A curse that wears no face or disguise |
Behold the heavens lustrous that my contempt arouse |
Still I covet one thousand eyes to possess |
When the dusk paints the perfection most complete |
So hasten I to beset what’s left of the light |
In the grace of obscurity to empower my sight |
… to seek what’s seemingly never to be found |
Why hast thou broken my wings? |
Didst thou see peril in me? |
Accusing me for perfidious acts |
Was thine utmost stupidity |
For those were only ambitions |
A greater sovereign than thou to be |
So, betrayal thou didst promulgate |
For the fear of dethronement made thee elate: |
«Begone, wretched creature of pride! |
In the burning arms of oblivion be forever lulled!» |
Yet thy sentence I accepted with mockery: |
«Who art thou to sit in judgement upon me? |
How spiteful soever thy words would be |
I bow to none, so shall I not before thee!» |
Then the curse was cast |
And I’d fallen aghast |
With my hordes wearing new grown horns |
Like black lace clad eerie shadows |
Into the everburning pits we descended |
Like a phantom spirit |
That breeds the eternal fire |
The flaming abyss and the secret it keeps |
Were there for me, a new home to be… |
Fleshless yet awake |
Shapeless and forsaken |
The Serpent of old I am |
Still pulsating in the depth |
Of this tragedy’s birth |
With the «mercy of God» etched in my heart |
But even tortured by the lashes of million godly whips |
No word of penitence will ever pass my lips |
(traducción) |
Penetra profundo en mi dolor |
Clandestino y silencioso, pero nunca para calmarse |
Una maldición que no lleva rostro ni disfraz |
He aquí los cielos lustrosos que despiertan mi desprecio |
Todavía codicio mil ojos para poseer |
Cuando el atardecer pinta la perfección más completa |
Así que me apresuro a acosar lo que queda de la luz |
En la gracia de la oscuridad para empoderar mi vista |
… para buscar lo que aparentemente nunca se encuentra |
¿Por qué me has roto las alas? |
¿Has visto peligro en mí? |
Acusándome de actos pérfidos |
¿Fue tu máxima estupidez |
Porque esas eran solo ambiciones |
Un soberano mayor que tú para ser |
Entonces, traición tú promulgaste |
porque el miedo al destronamiento te exaltaba: |
«¡Fuera, miserable criatura del orgullo! |
¡En los brazos ardientes del olvido seas arrullado para siempre!» |
Sin embargo, tu sentencia acepté con burla: |
«¿Quién eres tú para juzgarme? |
¡Cuán rencorosas serían tus palabras! |
¡No me inclino ante nadie, así no lo haré ante ti!» |
Entonces la maldición fue lanzada |
Y me había quedado horrorizado |
Con mis hordas usando cuernos nuevos |
Como sombras espeluznantes cubiertas de encaje negro |
En los pozos siempre ardientes descendimos |
Como un espíritu fantasma |
Que engendra el fuego eterno |
El abismo en llamas y el secreto que guarda |
Estaban allí para mí, un nuevo hogar para ser... |
Sin carne pero despierto |
Sin forma y abandonado |
La serpiente de antaño soy |
Aún palpitando en la profundidad |
Del nacimiento de esta tragedia |
Con la «misericordia de Dios» grabada en mi corazón |
Pero incluso torturado por los latigazos de millones de látigos divinos |
Ninguna palabra de penitencia pasará jamás por mis labios |