| Con una sonrisa blanca como la nieve
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| Y un beso que heló mis labios
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| La reina de las nieves subió desde el sur
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| Ella brilló y brilló
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| Ella cristalizó mis huesos
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| Luego se volvió y congeló mi corazón y se fue
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| Y entonces, ¿cómo iba yo a saber
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| No había nada allí para mostrar
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| Estaba dos veces dos y atrapado entre líneas
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| Y aunque debería haberlo sabido todo el tiempo
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| No estábamos cantando canciones de ángeles
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| Ella casi me arruinó pero por Dios que era un tiempo
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| Y con una mirada fría y brillante
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| Ella me trajo al hechizo
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| Que no creo que alguna vez me haya importado
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| Porque cuando ella me amaba todo el camino
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| No había nada que pudiera decir
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| Porque ella hizo que la música bailara y llenara mi mente
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| Y entonces, ¿cómo iba yo a saber
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| No había nada allí para mostrar
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| Estaba dos veces dos y atrapado entre líneas
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| Y aunque debería haberlo sabido todo el tiempo
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| No estábamos cantando canciones de ángeles
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| Ella casi me arruinó pero por Dios que era un tiempo
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| Con una sonrisa blanca como la nieve
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| Y un beso que heló mis labios
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| La reina de las nieves subió desde el sur
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| Ella brilló y brilló |
| Ella cristalizó mis huesos
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| Luego se volvió y congeló mi corazón y se fue
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| Y entonces, ¿cómo iba yo a saber
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| No había nada allí para mostrar
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| Estaba dos veces dos y atrapado entre líneas
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| Y aunque debería haberlo sabido todo el tiempo
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| No estábamos cantando canciones de ángeles
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| Ella casi me arruinó pero por Dios que era un tiempo
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| Ella casi me arruinó pero por Dios que era un tiempo
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| Ella casi me arruinó pero por Dios que era un tiempo |