Información de la canción En esta página puedes encontrar la letra de la canción Nobodys Driving, artista - Amebix. canción del álbum Monolith, en el genero Классика метала
Fecha de emisión: 03.02.2013
Etiqueta de registro: Heavy Metal
Idioma de la canción: inglés
Nobodys Driving(original) |
I awoke in a sweat from the American Dream |
They were loading the bomb bay of the iron bird |
Giving their blood to the Doomsday Machine |
I screamed into the wind my goodbye to the world |
It was dark in the desert so we walked through the night |
The vessel was waiting where we had been led |
An awesome machine to tear through the sky |
The last exodus from the land of the dead |
We are swimming in the lunar sea |
Drowning in insanity |
Look to the shore you will see |
Your leaders were lying |
Nobody’s driving! |
Upon the horizon is the earth I once knew |
Now a red ball of light suspended in space |
So we erected a stone on the shore of the sea |
As a grim epitaph to the lost human race |
We are swimming in the lunar sea |
Drowning in insanity |
Between the devil and the deep blue sea |
Our world is dying |
And nobody’s driving! |
(traducción) |
Me desperté sudando del Sueño Americano |
Estaban cargando la bahía de bombas del pájaro de hierro |
Dando su sangre a la Máquina del Juicio Final |
Le grité al viento mi adiós al mundo |
Estaba oscuro en el desierto, así que caminamos a través de la noche. |
El barco estaba esperando donde nos habían conducido |
Una máquina impresionante para atravesar el cielo. |
El último éxodo de la tierra de los muertos |
Estamos nadando en el mar lunar |
Ahogándose en la locura |
Mira a la orilla verás |
Tus líderes estaban mintiendo |
¡Nadie conduce! |
En el horizonte está la tierra que una vez conocí |
Ahora una bola roja de luz suspendida en el espacio |
Entonces erigimos una piedra en la orilla del mar |
Como un epitafio sombrío a la raza humana perdida |
Estamos nadando en el mar lunar |
Ahogándose en la locura |
Entre el diablo y el mar azul profundo |
Nuestro mundo se está muriendo |
¡Y nadie conduce! |