| Nuestra vida permanece
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| Un proceso de culpa y ofuscación
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| Y sigue igual
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| No más cerca de las verdades más profundas
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| Y más lejos de una luz divina
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| Cabalgamos sobre alas, desnudando nuestras almas / Hacia la noche
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| Dejando restos dispersos de uno mismo / Cuando las estrellas caen
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| Caímos del cielo / Las profundidades se volvieron negras
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| Y con un parpadeo / El viento menor
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| Se paró y se tambaleó al borde del abismo / Sometiéndose a la oscuridad
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| Y gris, y negro y nada
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| Formamos una linea, de allá para acá
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| Esperando encontrar nuestro camino de regreso
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| Dieron paso al verde, y la última pregunta / Con los restos de la luz
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| Todas las cosas vistas y oídas / Has sembrado las semillas en el altar
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| Todos los intangibles reciben una palabra / El fuego del nuevo amanecer
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| Y ahora un nuevo aliento, un decreto / Arde aún más brillante
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| De propósito, de inspiración, de necesidad
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| A las muchas posibilidades que quedan sin escuchar
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| Nos doblamos, nos marchitamos, sin el viento
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| Vistiendo piel prestada
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| Destronado, pies firmes
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| Veo a los mentirosos, acobardados en sus guaridas
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| Para desafiar la preocupación, al discernir, nos levantamos de nuevo
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| Para obtener una retención, al soltar
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| La paja se la lleva el viento
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| El miedo a la muerte es un engaño del que debemos escapar
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| Mientras la debilidad se alimenta de la Voluntad
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| Sin embargo, ofrecemos la excusa del yo
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| Con grito y susurro se escuchará una llamada
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| Incapaz de decir dónde termina la montaña y comienzan las nubes
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| Flotando en el éter esperando el agarre de todos los que se atreven
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| No estoy dispuesto a decir dónde termina la montaña y comienzan las nubes
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| Nos doblamos, nos marchitamos, sin el viento
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| Y gris, y negro, y la nada
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| Con grito y susurro
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| Nuestro llamado será escuchado |