| Hubo un enfrentamiento al mediodía reputaciones en la línea
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| Eran los buenos y los malos, yo tenía ocho años y él nueve
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| Y me olvidé de mantener mi espalda contra la pared en Dodge ese día
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| Y desde algún lugar detrás de mí lo escuché decir
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| «Ese es uno que me debes te dejo deslizar
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| No puedo dispararle a un amigo, va en contra de mi orgullo
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| Entonces, como dos forajidos, cabalgaremos bajo el sol
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| Pero recuerda que me debes una»
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| Era la escuela secundaria y el fútbol en dos equipos diferentes.
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| Yo era bueno, pero él era mejor de lo que yo sería
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| Y cuando finalmente crucé la línea de gol delante de él ese día
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| Mientras la multitud se estaba volviendo loca, lo escuché decir
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| «Ese es uno que me debes te dejo deslizar
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| No puedo dispararle a un amigo, va en contra de mi orgullo
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| Entonces, como dos forajidos, cabalgaremos bajo el sol
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| Pero recuerda que me debes una»
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| Era alta, delgada y bonita y pronto sería su novia.
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| Cuando ella se desvió a mis brazos un día con amor en su mente
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| Bueno, estuve casi tentado por su tacto suave y su suspiro.
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| Pero la próxima vez que lo vi pude mirarlo a los ojos
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| Ese es uno que me debes, te dejo deslizar
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| No puedo dispararle a un amigo, va en contra de mi orgullo
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| Entonces, como dos forajidos, cabalgaremos bajo el sol
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| Pero recuerda que me debes una
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| Ese es uno que me debes, te dejo deslizar
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| No puedo dispararle a un amigo, va en contra de mi orgullo
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| Entonces, como dos forajidos, cabalgaremos bajo el sol
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| Pero recuerda que me debes una |