| Con un vestido de novia reluciente tan blanco como la nieve
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| Se encuentra la hija del domador de animales, una doncella próspera
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| Se vio obligada a darle la mano a un extraño.
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| Mañana el viaje va a una tierra extranjera
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| Los invitados limpios se reunieron pero el tiempo aún está ahí
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| Para que Selma conozca a su fiel amigo
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| Y triste camina hacia la jaula del león
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| Para despedirse de su amado animal
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| Ella se acuesta donde solía estar
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| Y envuelve su brazo alrededor de su hombre ondulante
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| Y el rey de los bosques ha olvidado su salvajismo
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| Cuando Selma ella acaricia y susurra tan tiernamente
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| Ahora debemos separar mi traje de novia que ves
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| Gracias querido amigo ahora no nos vuelve a pasar
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| Me vi obligado a darle la mano a un extraño
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| Mañana el viaje va a una tierra extranjera
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| Te ves tan tierna que seguro me entiendes
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| Lo siento, querido amigo, veo que me limpio una lágrima
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| Pero escucha a mi novio gritar de nuevo
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| Adiós ahora para siempre mi querido amigo
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| Un beso ahora de despedida le da el león
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| Pero el hombre en la rejilla ahora el león ve
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| De repente se acabó su mansedumbre y dulzura
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| Se eleva ferozmente en plena rabia
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| La enorme cola ahora toma el columpio
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| Y Selma está pálida hasta la muerte, pero tiene la compostura
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| Orar y amenazar es una decisión vana
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| En la puerta está el animal del que no escapa.
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| Ven aquí con un rifle ahora el extraño gritó
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| Un tiro bien debería terminar el juego sangriento.
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| Y el silencio de muerte gobierna el rifle que recibe
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| Él está cargando ahora, el animal entiende su significado.
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| Y el león ruge en cautivadoras jaulas
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| Selma quiere defender pero no sabe como
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| Un dios misericordioso del cráneo rugiente
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| En pedazos, el león desgarró a la novia del extraño
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| Y luego bebió la sangre del amado
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| Se calma con el coraje valiente
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| Cuando el cadáver se desvanece, poco consuelo espera
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| Una bala que mata hiere su pecho |