| A lo largo de diciembre siguiente, mi hombre está persiguiendo locamente
|
| Y detrás de nosotros hay cien oportunidades perdidas
|
| Alguien nos señala de vez en cuando en heladas o calor, en invierno, en verano
|
| Tantas oportunidades desapercibidas
|
| Y tengo razón, pero aún así
|
| Todavía estamos jugando verde, no nos estamos muriendo todavía
|
| Una mañana más vamos a rebotar en la pared
|
| Todavía las lluvias de primavera despertarán el enjambre verde
|
| Todavía la basura de invierno en los fuegos de la primavera arderá
|
| Todavía estamos jugando verde, nuestros ojos todavía están en llamas
|
| Los que movieron los dedos se inclinarán ante nosotros
|
| Puede que estemos en problemas, pero en el fondo de la desesperación
|
| Todavía no, no mucho tiempo
|
| Así que no nos preocupemos porque al final
|
| No somos pegajosos con todos ellos.
|
| Es importante tener un dictado en esperanza por lo menos una vez al mes
|
| Para escribir las letras en el corazón del libro
|
| Y repetirme en silencio palabras tan sencillas
|
| Todavía estamos jugando verde, no nos estamos muriendo todavía
|
| Nuestros hermosos días, sueños y planes aún se harán realidad.
|
| Solo no nos rindamos a las ansiedades prematuras
|
| Seamos como viejos gorriones que no tienen miedo
|
| Seguimos jugando al verde, aunque muchos templos son grises
|
| Sin embargo, la sal será sabia, y el aceite será justo
|
| Varios caminos nos conducen, pero el que desgarra el abismo
|
| Todavía no, no mucho tiempo
|
| Todavía jugamos juegos verdes, las ganas de vivir no son asquerosas
|
| Mientras todavía están en el ático, todos están pegando alas rotas.
|
| Y piensa Ícaro, que se ha caído más de una vez
|
| Si fuera una brisa saludable, hubiera volado de nuevo
|
| Todavía jugamos verde, aunque nuestra vida es problemática
|
| Jugamos nuestros papeles en él, bocas naturales sin apuntador
|
| Jugamos en varias jugadas, pero en esas que acabarán mal
|
| Todavía no, no mucho tiempo |