| Chariot Abgal robado hábilmente
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| Extendiendo las alas en llamas
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| Descenso sobre el amanecer de Tiamat
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| Aferramiento de lo destinado
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| Destino de Nibiru sentado en tu mano
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| Enemistad no lanzada
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| Viaje peligroso considerado abolido
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| Avanzar con el corazón palpitante, Alalu en el exilio camina
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| Reclamo al trono de Nibiru abandonado
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| Un asunto grave no ha sido olvidado
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| Tierra ahora nombrada evaluación encuestada
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| Dentro de las aguas encontró el metal precioso
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| Sobre tierras fértiles se proyectan sombras
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| Invocar a Enki, el que conoce los Cielos
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| Abzu, de nacimiento de oro ser llamado
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| Las entrañas de Tiamat abundantes con vetas doradas
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| Entronizado contemplando el regalo exaltado del Abzu
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| Otorga a tu mundo moribundo
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| Otorga a tu mundo moribundo
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| Otorga a tu mundo moribundo
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| ¡Drena la preciosa sangre de Tiamat!
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| Acosa al enclave Marduk con tu sangre dorada
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| Sella nuestro reino de heridas malignas
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| En el principio los celestiales no fueron creados
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| ¡En los dioses anteriores no llamados al orden orden!
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| Debajo del suelo firme de Ki, aún no nombrado
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| Solo en el vacío, reinando
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| La semilla de la vida, Apsu sobre las aguas arrojadas
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| Oro eterno suyo para poseer
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| Celestiales primordiales no creados
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| Ni los dioses como arriba abajo
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| Ni destinos decretados, hechizo de sueño
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| Poreado en los vientos de la esencia
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| Ante los siete que juzgan
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| ¡A Lahmu! |
| ¡Sé vencido!
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| El que una vez en Nibiru un rey
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| Piedra tallada su rostro mirando inmortal |