| He tomado tu mano y he hundido tus barcos
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| Y puedo leer nuestro futuro en el whisky en tus labios
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| Mira este hielo derritiéndose; |
| vidrio fresco magnifica mis palmas
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| Y de la iglesia el domingo por la tarde sale el sonido tamizado de los salmos
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| Cosas que van y luego vuelven para detenerse
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| Ahora mi bebé es solo una brisa a través de las copas de los árboles
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| Vaso en mi mano, de espaldas a la puerta
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| Mi único consuelo es que ya no soy tu hombre
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| La gota
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| Oh, me preocupo solo por la caída
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| Oh, me preocupo solo por la caída
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| porque no es la caída lo que te mata
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| Pero, la parada repentina
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| Maquiavelo en la puerta
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| El shogun dejó caer sus palillos en el cuenco.
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| Oh, puedes pasarla, pero nunca pagas el peaje
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| Estoy volteando de izquierda a derecha
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| Oh, estoy volteando como una polilla a la luz
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| Nunca podría preguntarle a tu bebé
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| Te deseo esta noche
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| desearé por ti
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| Me preocupo solo por la caída
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| Me preocupa la caída
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| porque no es la caída lo que te mata
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| Es esa parada repentina
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| Esa parada repentina, ahora
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| ella es caimán
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| Sí, ella es un cocodrilo.
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| Ella tiene eso antiguo?
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| Eso solo está colgando de su sonrisa.
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| Cuando te llamó por el ojo de la cerradura, hermano
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| Ella lo supo todo el tiempo
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| Oh, me preocupo solo por la caída
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| Oh, me preocupa (estoy tan preocupada, mamá) por la caída
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| porque no es la caída lo que te mata
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| Pero esa parada repentina |