| Solo en Cristo se encuentra mi esperanza
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| El es mi luz, mi fuerza, mi canto
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| Esta piedra angular, esta tierra firme
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| Firme a través de la sequía y la tormenta más feroces
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| Qué alturas de amor, qué profundidades de paz
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| Cuando se calman los miedos, cuando cesan los esfuerzos
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| Mi consolador, mi todo en todo
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| Aquí en el amor de Cristo me paro
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| Solo en Cristo, que se hizo carne
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| Plenitud de Dios en el niño indefenso
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| Este regalo de amor y justicia
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| Despreciado por los que vino a salvar
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| Hasta que en esa cruz cuando Jesús murió
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| La ira de Dios fue satisfecha
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| Porque todo pecado fue puesto sobre Él
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| Aquí en la muerte de Cristo vivo
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| Allí en el suelo Su cuerpo yacía
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| Luz del mundo por la oscuridad asesinado
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| Entonces estallando en el Día glorioso
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| De la tumba se levantó de nuevo
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| Y mientras Él se levanta en victoria
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| La maldición del pecado ha perdido su control sobre mí
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| porque yo soy suyo y el es mio
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| Comprado con la sangre preciosa de Cristo
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| En Cristo, la roca sólida estoy de pie
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| Todo el resto del suelo es arena que se hunde
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| Todo el resto del suelo es arena que se hunde
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| Sin culpa en la vida, sin miedo a la muerte
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| Este es el poder de Cristo en mí
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| Desde el primer grito de la vida hasta el último aliento
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| Jesús ordena mi destino
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| Ningún poder del infierno, ningún esquema del hombre
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| Puede alguna vez arrancarme de Su mano
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| Hasta que regrese o me llame a casa
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| Aquí en el poder de Cristo estaré de pie |