| Se pararon a la luz de la luna cerca de la puerta.
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| Adiós, cariño, sé que esperarás
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| Dejó de llorar y sonrió entre lágrimas.
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| Diciendo, he sido fiel, amor, a través de estos largos años
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| Porque mañana al romper el día
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| Iba a viajar muy, muy lejos
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| Él la abrazó más cerca, su novia prometida
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| Y a sus preguntas respondieron estas palabras
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| Te he amado siempre, sí, he sido fiel
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| Mi corazón nunca será, amor, sino por ti
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| Oh, cariño, créeme, lejos sobre el mar
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| A través de la vida o la muerte, todavía fiel seré
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| Pasó un año, él está volviendo a casa
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| Su peregrinaje ha terminado, ya no vagar
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| Y sonriendo, piensa en su ojo brillante
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| Brillando con bienvenida, una grata sorpresa
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| Una delicada carta que saca de su pecho
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| a la que se apretaron sus labios extendidos
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| Y leyendo una vez más bajo la cálida luz
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| Las palabras que él le había dicho esa noche
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| Una vez más busca la antigua puerta del jardín
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| Pero llega, ay, ay, es demasiado tarde
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| La boda ha terminado, el nudo está atado
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| Él encuentra a su amada la novia de otro
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| Y luego lo encontraron ahí en el pasto
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| Una pistola cerca, todavía sujetando rápido
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| Una cosecha de cartas que explicaban el hecho.
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| Y a la pálida luz de la luna estas palabras leyeron |