| Ha pasado tanto tiempo desde que una mujer extraña ha dormido en mi cama
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| Mira qué dulce duerme, qué libres deben ser sus sueños
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| En otra vida ella debe haber sido dueña del mundo, o estar fielmente casada
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| A algún rey justo que escribió salmos junto a arroyos iluminados por la luna
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| Yo y yo
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| En la creación donde la naturaleza de uno ni honra ni perdona
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| Yo y yo
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| Uno le dice al otro, ningún hombre me ve la cara y vive
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| Creo que saldré y daré un paseo.
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| No pasa mucho aquí, nunca pasa nada
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| Además, si se despierta ahora, solo querrá que hable
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| No tengo nada que decir, especialmente sobre lo que sea que estaba
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| Yo y yo
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| En la creación donde la naturaleza de uno ni honra ni perdona
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| Yo y yo
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| Uno le dice al otro, ningún hombre me ve la cara y vive
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| Tomó un camino no transitado una vez, donde los veloces no ganan la carrera
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| Va al digno, que puede dividir la palabra de verdad
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| Tomó un extraño para enseñarme, para mirar el hermoso rostro de la justicia
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| Y ver ojo por ojo y diente por diente
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| Yo y yo
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| En la creación donde la naturaleza de uno ni honra ni perdona
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| Yo y yo
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| Uno le dice al otro, ningún hombre me ve la cara y vive
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| Fuera de dos hombres en una plataforma de tren no hay nadie a la vista
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| Están esperando que llegue la primavera, fumando por la pista
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| El mundo podría llegar a su fin esta noche, pero está bien
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| Ella todavía debería estar durmiendo cuando regrese
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| Yo y yo
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| En la creación donde la naturaleza de uno ni honra ni perdona
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| Yo y yo
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| Uno le dice al otro, ningún hombre me ve la cara y vive
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| Mediodía, y sigo empujándome por el camino, la parte más oscura
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| En las calles estrechas, no puedo tropezar o quedarme quieto
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| Alguien más está hablando con mi boca, pero yo solo escucho a mi corazón
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| He hecho zapatos para todos, incluso para ti, mientras sigo andando descalzo
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| Yo y yo
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| En la creación donde la naturaleza de uno ni honra ni perdona
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| Yo y yo
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| Uno le dice al otro, ningún hombre me ve la cara y vive |