| Cuando tenía cinco años, caminaba por el pasillo cantando, tal como soy
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| Mientras mi abuelo sostenía mi mano
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| Dijo que eras un gran Dios, así que
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| Así que puse mi vida
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| Crecí en esa vieja iglesia escuchando el sonido
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| Voces de adoración resonando
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| Dijeron que eras un gran Dios pero yo
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| Me preguntaba cómo encajas en ese pequeño pueblo
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| Tenía diecisiete años, solo tenía que irme
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| Para saber quién eres para mí
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| Lo necesitaba
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| Escalar una montaña y encontrarte allí
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| Escucha tu voz en el aire del océano
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| Y cantar aleluya en un idioma que nunca he conocido
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| Encuentra tu mano en el mar embravecido
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| Enfréntate a la tormenta y conoce tu paz
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| Canta aleluya a lo largo de los años que he crecido
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| Y después de todo lo que he visto
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| Sigues siendo el mismo Dios para mí
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| A la edad de veintidós años volví a caminar por el pasillo
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| Ahí la tomé en mi mano
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| Dijimos que eras un gran Dios y
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| Así comenzó nuestra pequeña familia
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| No podría pedir más, de lo que me diste, Señor
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| ¿Qué estaba buscando todavía?
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| Lo necesitaba
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| Escalar una montaña y encontrarte allí
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| Escucha tu voz en el aire del océano
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| Y cantar aleluya en un idioma que nunca he conocido
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| Encuentra tu mano en el mar embravecido
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| Enfréntate a la tormenta y conoce tu paz
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| Canta aleluya a lo largo de los años que he crecido
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| Y después de todo lo que he visto
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| Sigues siendo el mismo Dios para mí
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| Sigues siendo el mismo Dios
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| Sanador, proveedor, mi esperanza en el fuego
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| Sigues siendo el mismo Dios
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| Nunca cambias
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| Lo necesitaba
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| Escalar una montaña y encontrarte allí
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| Escucha tu voz en el aire del océano
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| Y cantar aleluya en un idioma que nunca he conocido
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| Encuentra tu mano en el mar embravecido
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| Enfréntate a la tormenta y conoce tu paz
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| Canta aleluya a lo largo de los años que he crecido
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| Y después de todo lo que he visto
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| Y después de todo lo que he visto
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| Sigues siendo el mismo Dios para mí
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| Sigues siendo el mismo Dios
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| Sigues siendo el mismo Dios para mí |