| En las afueras de la ciudad, hay un pequeño local nocturno.
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| Dan se dejó caer alrededor de las cinco en punto.
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| Se quitó el abrigo y dijo: "La noche es corta".
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| Metió la mano en su bolsillo y brilló un cuarto.
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| Gritó: «¡Adelante, niños, estoy con ustedes!
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| Delirad, gatos", exclamó.
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| «Ya casi amanece, los policías se han ido.
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| Vamos todos a freír a Dixie.»
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| Bueno, Dan se puso feliz y empezó a delirar.
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| Sacó una navaja, pero no se estaba afeitando.
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| Y todos los gatos sabían saltar y brincar,
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| Porque nació y creció en una carnicería.
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| Gritó: «¡Adelante, niños, estoy con ustedes!
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| Delirad, gatos", exclamó.
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| «Ya casi amanece, los policías se han ido.
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| Vamos todos a freír a Dixie.»
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| Los policías escucharon a Dan cuando comenzó a gritar.
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| Todos entraron corriendo para ver de qué se trataba.
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| Y lo oí gritar mientras se lo llevaban.
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| Volvió la cabeza y esto es lo que tenía que decir.
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| Gritó: «¡Deleite a los niños, estoy con ustedes!
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| Delirad, gatos", exclamó.
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| «Ya casi amanece, los policías se han ido.
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| Vamos todos a freír a Dixie.»
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| Ahora, Dan fue el hombre más valiente que jamás hayamos visto.
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| Nos hizo saber a todos que no le tenía miedo a la ley.
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| Y a través de la barra negra cruzada arrojó una nota.
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| Y decía: "No es mi culpa, cariño, que esté aquí".
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| Pero Él gritó: «¡Delirio, hijos, estoy con vosotros!
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| Delirad, gatos", exclamó.
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| «Ya casi amanece, la policía no se ha ido,
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| Y he sido Dixie frito. |