| Horizonte tocado por humo negro,
|
| Levantándose en un fuego matutino
|
| ¿No es esto lo que soñé,
|
| ¿No están los cuervos gritando para que llegue la guerra?
|
| Allá seguiré la bandada de pájaros,
|
| Sólo el sol tocará el cielo,
|
| Un lince dejará un rastro
|
| En paisajes nevados de luz
|
| Por la mañana,
|
| Con la migración de nubes blancas como la nieve,
|
| Me iré de aquí, y las ramas
|
| Dejará caer un chal bajo mis pies
|
| En la nueva mañana, a través de campos interminables,
|
| Me iré lejos, más allá del horizonte
|
| Donde los pájaros están en el exilio
|
| para humo negro
|
| Seguiré todas las tormentas,
|
| En el camino de los pájaros volados
|
| Y sus huellas olvidadas en la nieve
|
| Por la mañana, seguiré a un gato de Pallas,
|
| que olía a presa fresca,
|
| Voy a la velocidad hacia adelante y en mis pómulos
|
| Caerá la nieve y permanecerá allí para siempre.
|
| El humo de los fuegos negros
|
| se extiende a lo lejos cerrando la mitad del cielo,
|
| Los troncos de las viviendas quemadas,
|
| Empuje sus dedos huesudos a través del hielo.
|
| sobre las cenizas de los viejos jardines,
|
| Los vientos soplan en su rabia impotente,
|
| Dolor de palabras retorcidas,
|
| Crece del cielo carbonizado.
|
| Tú, mi patria quemada
|
| Eres ceniza ardiente,
|
| ¿Eres tú, sobre quien tengo que rociar agua?
|
| Tocar... Morir pero vengar... |