Empezó a fluir en nuestro fuego,
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el agua gotea en el fuego,
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no hay nadie a quien seducir
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no estamos solos en esto,
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los dos estamos en eso
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el fuego que se apaga, y yo soy inocente, y ustedes son inocentes,
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y tal vez es diferente y tal vez diferente,
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algo termina, comienza.
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Ya no puedes inundar madera mojada,
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Yo lo sé y tú sabes que cuanto más, más duermes,
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nos quedaremos sin energía y lo haré
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donde estábamos,
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el humo que aun sale es solo una prueba de despedida,
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y las voces que nos rodean siempre nos lo recuerdan.
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Árbitro.
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Entonces salimos y nadamos mojados, en vino,
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pues todo lo que ha de arder, que arda para siempre,
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lo que sale déjalo tener aún una oportunidad de vivir,
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como si nada, tal vez la próxima vez desear más,
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porque lo que se ha de quemar, que se queme para siempre, lo que se apague,
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que todavía tenga la oportunidad de vivir.
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Ambos sabemos lo que viene,
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y nadie sabe como salir de esta,
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y nadie sabe como comportarse
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y si sobrevivo o perezco,
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y si debo reír o llorar,
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y quien de nosotros tiene razón,
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tengo que callarme o gritar
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Yo soy inocente y tú eres inocente.
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Árbitro.
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Entonces salimos y nadamos mojados, en vino,
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pues todo lo que ha de arder, que arda para siempre,
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lo que sale déjalo tener aún una oportunidad de vivir,
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como si nada, tal vez la próxima vez desear más,
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pues lo que ha de arder, que arda para siempre, lo que se apaga,
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que todavía tenga la oportunidad de vivir.
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Entonces salimos y nadamos mojados, en vino,
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pues todo lo que ha de arder, que arda para siempre,
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lo que sale déjalo tener aún una oportunidad de vivir,
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como si nada, tal vez la próxima vez desear más,
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pues lo que ha de arder, que arda para siempre, lo que se apaga,
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que todavía tenga la oportunidad de vivir. |