| El joven se para al borde de su porche.
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| Los días eran cortos y el padre se había ido
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| No había nadie en el pueblo y nadie en el campo
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| Esta tierra polvorienta y estéril había dado todo lo que podía producir
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| Me han echado de mi tierra a la edad de dieciséis
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| Y no tengo idea de dónde más podría haber estado mi corazón
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| puse toda mi confianza al pie de este cerro
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| Y ahora estoy seguro de que mi corazón nunca puede estar quieto
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| Así que reúne tu coraje y recoge tu caballo
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| Y reza para que nunca sientas el mismo tipo de remordimiento
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| Sella mi corazón y frena mi orgullo
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| No tengo donde pararme y ahora no tengo donde esconderme
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| Alinear mi corazón, mi cuerpo, mi mente
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| Para enfrentar lo que he hecho y hacer mi tiempo
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| Bueno, eres mi acusador, ahora mírame a la cara
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| Tu opresión apesta a tu codicia y desgracia
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| Así que un hombre tiene y otro no tiene
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| ¿Cómo puedes amar lo que tienes?
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| ¿Cuando lo tomaste todo de las débiles manos de los pobres?
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| Mentirosos y ladrones, no sabéis lo que os espera
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| Llegará un momento en que te miraré a los ojos
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| Orarás al Dios que siempre negaste
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| Luego saldré atrás y tomaré mi arma
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| Diré: «No me has conocido, soy el único hijo»
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| Sella mi corazón y frena mi orgullo
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| No tengo donde pararme y ahora no tengo donde esconderme
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| Alinear mi corazón, mi cuerpo, mi mente
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| Para enfrentar lo que he hecho y hacer mi tiempo
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| Sella mi corazón y frena mi orgullo
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| No tengo donde pararme y ahora no tengo donde esconderme
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| Alinear mi corazón, mi cuerpo, mi mente
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| Para enfrentar lo que he hecho y hacer mi tiempo
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| Sí señor, sí señor, sí, fui yo. Sé lo que he hecho, porque sé lo que he visto.
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| Salí atrás y conseguí mi arma
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| Le dije: «No me has conocido, soy el único hijo» |