| De los maremotos que gritan ella viene
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| La mujer de blanco cabalgando el cielo
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| Me acostó en tierra sagrada
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| Me dio sus cadenas
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| Lugares que nunca he visto, cosas en las que nunca he estado
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| Entrégate a mí, perseguido por su efigie
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| Acercándose a mí, cegado por su legado
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| Dame tu alma, perseguido por su efigie
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| A través del viento, ella viene a mí
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| Niña anexada, defraudada, el ángel del mar
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| Rodeada de palabras frágiles y promesas que nunca quiso decir
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| Ella tomó mis miedos, perdonó mis lágrimas, tiró sus siete años
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| Y el cielo no es tan brillante, como ella vino a mí esa noche
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| Entrégate a mí, perseguido por su efigie
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| Acercándose a mí, cegado por su legado
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| Dame tu alma, perseguido por su efigie
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| A través del viento, ella viene a mí
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| Corrí hacia las sombras sangrando
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| Las sombras en las que me escondo, siempre son las mismas
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| Y la vergüenza agarrando fuerte a la piel del pecado
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| Por el segundo que te aman, el primero que matas
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| El mar viene y la llama de la muerte a la luz
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| Dejándome frente a la espada de su noche
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| Invocando mi alma de nuevo, susurrando su estribillo oscuro
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| Entrégate a mí, perseguido por su efigie
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| Acercándose a mí, cegado por su legado
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| Dame tu alma, perseguido por su efigie
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| A través del viento, ella viene a mí |