| Convertimos el agua en vino, pero eso no duró
|
| Fuimos las víctimas de nuestra época
|
| Ahora vivimos en diferentes pisos
|
| E ir por caminos separados
|
| Y hablar a puerta cerrada
|
| Cambiamos nuestro mundo esperando que todo terminara
|
| Es una pena, pero ¿quién tiene la culpa?
|
| Cuando dos mundos se separan
|
| Solíamos sentarnos alrededor del fuego
|
| Y susurrar palabras que el mundo exterior no pretendería escuchar
|
| Pero ahora hablamos una octava más alta
|
| En tonos zumbantes que no se relacionan en absoluto con el año pasado
|
| Cambiamos nuestro mundo esperando que todo terminara
|
| Es una pena, pero ¿quién tiene la culpa?
|
| Cuando dos mundos se separan
|
| ¿Recuerdas cuando teníamos diecisiete
|
| Tomamos un bote por una hora
|
| Pero preferimos el verdor al paisaje del mar.
|
| Y amarrado en alguna cala acogedora
|
| Hasta que las luces del puerto aparecieran en la bahía, recuerda...
|
| En el amor y fuera de la mente
|
| Un poeta afirmó que amarte solo me ha vuelto ciego
|
| Pero el amor es realmente claro como el cristal
|
| Solo cuando necesitas a alguien, las nubes pronto aparecerán.
|
| Cambiamos nuestro mundo esperando que todo terminara
|
| Es una pena, pero ¿quién tiene la culpa?
|
| Cuando dos mundos se separan
|
| ¿Recuerdas cuando la risa era la cura?
|
| Por todos los tiempos difíciles que conocimos
|
| Pero nos olvidamos de alimentar el fuego, deja que todo se consuma
|
| El calor vuelve al frío y el veneno al dolor
|
| Es una pena, pero ¿quién tiene la culpa?
|
| Cuando dos mundos se separan, recuerda... |