| ¡Marchar sobre!  | 
| ¡Conquista y no tomes esclavos!
 | 
| Porque estamos aquí para recuperar el conocimiento
 | 
| Eso nos lo han quitado hace mucho tiempo
 | 
| Eso nos lo han robado los cerdos que se hacen llamar profetas
 | 
| «¡Aquí, donde cayó un héroe, cae una columna!
 | 
| Aquí, donde el águila mímica brillaba en oro
 | 
| ¡Una vigilia de medianoche sostiene al murciélago moreno!
 | 
| Aquí, donde las damas de Roma sus cabellos dorados
 | 
| (¡Agite al viento, ahora agite la caña y el cardo!
 | 
| Aquí, donde en trono de oro el monarca holgazaneaba)
 | 
| Se desliza, como un espectro, hacia su hogar de mármol
 | 
| Iluminado por la pálida luz de la luna cornuda
 | 
| ¡La lagartija veloz y silenciosa de las piedras!»  | 
| *
 | 
| ¡Marchar sobre!  | 
| ¡Conquista y no tomes esclavos!
 | 
| Porque estamos aquí para recuperar el conocimiento
 | 
| Eso nos lo han quitado hace mucho tiempo
 | 
| Eso nos lo han robado los cerdos que se hacen llamar profetas
 | 
| ¡Subir!  | 
| Como Phoenix de las cenizas
 | 
| ¡Vivir!  | 
| Según tus pensamientos
 | 
| ¡Pensar!  | 
| No hay Dios ni Satanás...
 | 
| ¡Morir!  | 
| ¡Como Phoenix luego renace!
 | 
| ¡Marchar sobre!  | 
| ¡Conquista y no tomes esclavos!
 | 
| Porque estamos aquí para recuperar el conocimiento
 | 
| Eso nos lo han quitado hace mucho tiempo
 | 
| Eso nos lo han robado los cerdos que se hacen llamar profetas
 | 
| «Gobernamos los corazones de los hombres más poderosos—gobernamos
 | 
| Con un dominio despótico todas las mentes gigantes
 | 
| No somos impotentes, somos piedras pálidas
 | 
| No todo nuestro poder se ha ido, no toda nuestra fama
 | 
| No toda la magia de nuestro alto renombre
 | 
| No toda la maravilla que nos rodea
 | 
| No todos los misterios que en nosotros yacen
 | 
| No todos los recuerdos que cuelgan
 | 
| Y se aferran a nosotros como una prenda
 | 
| Revístenos con un manto de más que gloria.»  | 
| * |