| Allí ardo en mis propias luces alimentado con banderas arrancadas
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| De libros, e historias de marchar juntos…
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| Unidos a los héroes, éramos la rabia, el fuego
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| Pero me dieron un destino diferente, anudado en una desesperación más cercana
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| Al llamar a los héroes, ¿tienes que hablar de esa manera todo el tiempo?
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| Cuentos contados por idiotas en libros de bolsillo; |
| un juego de formas
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| A pesar de mi fabulosa necesidad de luchar y vivir
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| Intercambiamos palabras, monedas, movimientos, paralizados en bucles
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| del cuidado que esperábamos pudiera anudar un mundo inmóvil
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| Palabras secas, desdentadas, arruinadas ahora, arrasadas en pozos rebosantes
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| — ¿quién los ha usado cómo? |
| Libro de gramática que yace desperdiciado:
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| Conflujo de voces que se elevan para encontrarse y caer
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| Vacío, dividido, otro…
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| Agarrándose de las mangas, el hombre sin palabras expone su fracaso:
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| Sonriendo, lanza una copa de vino, describiendo su tristeza retorcida
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| En mera forma: hecho añicos en un vaso, ha cambiado...
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| Ahora se atreve a apoderarse de la vida que tiene delante y descomponerla en
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| ¿Confusión sulfurosa y darla al aire?
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| Se apresura a encontrar dónde hay una palabra de sintaxis líquida
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| — signos dejados escapar en un relámpago: «¡las ropas del caos son mi ira!»
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| Grita hecho jirones, buscando el ojo de su propia tormenta.
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| Nacimos para servirte toda nuestra maldita vida
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| Lenguas trabajadoras damos lugar a mentiras blandas:
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| Metáforas disfrazadas que nos mantienen en una gran quietud invertida
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| Dos veces filo con el miedo
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| Los signos crepusculares nos descomponen
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| En lo alto de las oficinas, miramos fijamente la rueda giratoria de las ciudades
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| Denso y deshilachado cercano pero separado: planeado para matar todo encuentro
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| Intrincado vimos tu estado en el trabajo sus formas
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| Abstraído de toda intención humana. |
| Con el fuego de nuestra historia
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| Rastraremos tus señales
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| Ahora es el momento de comenzar a avanzar: avanzar desde la desesperación.
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| La oscuridad de los hombres solitarios, que están encadenados en un mercado que
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| No se puede controlar, en nombre de una libertad que cuelga como un paño mortuorio
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| Sobre nuestras ciudades. |
| Y sus torres de silencio destruiremos
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| Ahora es el momento de comenzar a determinar direcciones, negarse a admitir
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| La existencia de la regla del destino. |
| Tomaremos de todos los héroes y
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| Comerciantes de nuestro trabajo, de nuestra vida y de nuestra práctica de la historia: este
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| Nuestra elección, define la verdad de todo lo que hacemos
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| Aprovecha las palabras que se nos oponen con fuerza ajena; |
| están esclavizados
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| Por el poder de los reyes del capital que los reducen a monedas y
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| Intercambio hueco en la lucha por sostenernos, son amargamente
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| Sobreviviendo... Es hora de barrerlos del poder
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| — las obras renuevan las palabras
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| Atrévete a tomar partido en la lucha por la libertad que es causa común
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| Seamos todos igual de fuertes y resueltos. |
| estamos en medio de
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| Un universo girando en tumulto; |
| de clases y ejércitos de pensamiento
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| Hacer la guerra: sus contradicciones chocan y resuenan a través del tiempo |