São Paulo, 1 de octubre de 1992, 8 a. m.
|
Aquí estoy, un día más
|
Bajo la mirada sedienta de sangre del vigilante
|
No sabes lo que es caminar
|
Con la cabeza en la mira de un HK
|
Ametralladora alemana o israelí
|
Aplasta a un ladrón como papel
|
En la pared, de pie, otro ciudadano José
|
Sirviendo al Estado, un buen PM
|
Hambriento, atrapado con Charles Bronson
|
el sabe lo que quiero
|
Sabes lo que pienso
|
El día está lluvioso, el clima está tenso
|
Varios intentaron escapar, yo también quiero
|
Pero a partir de cien, mi oportunidad es cero
|
¿Escuchó Dios mi oración?
|
¿El juez aceptó la apelación?
|
Le envío un mensaje a mi hermano:
|
«Si estás usando drogas, es malo en mi mano»
|
¿Todavía tiene a esa chica?
|
Puedes creerlo, los niños son buenas personas
|
Tomé un día menos o un día más, no sé...
|
Lo que sea, los días son los mismos.
|
Prendo un cigarro y veo pasar el día
|
Yo mato el tiempo para que no me mate
|
El hombre es hombre, la mujer es mujer
|
El violador es diferente, ¿verdad?
|
Ser golpeado todo el tiempo, arrodillarse y besar los pies
|
Y se desangra en la calle 10
|
Cada reclusa una madre, una creencia
|
Cada crimen una sentencia
|
Cada frase un motivo, una historia
|
De lágrimas, sangre, vidas y glorias
|
Abandono, miseria, odio, sufrimiento
|
Desprecio, desilusión, acción climática.
|
Mezcla bien esta química
|
Listo: aquí hay un nuevo recluso
|
Lamentos en el pasillo, en la celda, en el patio
|
Alrededor del campo, en cada esquina
|
Pero conozco el sistema, mi hermano, eh...
|
No hay ningún santo aquí
|
Rátátátá… debo evitar
|
Que un cabrón haga llorar a mi madre
|
Mi palabra de honor me protege
|
Vivir en el país de los pantalones beige
|
Tic tac, todavía son las 9:40
|
El reloj de la cárcel corre a cámara lenta
|
Ratatatá, pasará otro metro
|
Con gente buena, apresurada, católica
|
Leyendo el periódico, satisfecho, hipócrita.
|
Enojado por dentro, de camino al Centro
|
Mirando aquí, curioso, por supuesto.
|
No, no lo es, no es el zoológico
|
mi vida no vale tanto
|
En cuanto a tu celular, tu computadora
|
hoy es dificil no ha salido el sol
|
Hoy no hay visitante, no hay fútbol
|
Algunos compañeros tienen una mente más débil
|
No aguantan el aburrimiento, empaca quiaca
|
Gracias a Dios y a la Virgen María
|
Sólo un año, tres meses y unos días para ir
|
Hay una celda cerrada arriba
|
Desde el martes nadie abre por nada
|
Solo el olor de la muerte y el sol de pino
|
Un preso se ahorcó con la sábana
|
¿Qué era? |
¿Quien sabe? |
No cuenta
|
Iba a tomar otros seis de punta a punta
|
Nada enferma más a un hombre
|
Que el abandono de familiares
|
Entonces, niño, dime, entonces: ¿qué quieres?
|
La vacante está ahí esperándote
|
Consigue todos tus artículos importados
|
Tu currículum en el crimen y te limpia el culo
|
La vida del bandido no tiene futuro
|
Tu cara se vuelve blanca en este lado de la pared
|
¿Alguna vez has oído hablar de Lucifer?
|
Que vino del infierno con moral un día
|
No Carandiru, no, es solo otro
|
Comer rango agrio con neumonía
|
Aquí está el hermano de Osasco, de Jardim D'Abril, Parelheiros
|
Mogi, Jardim Brasil, Bella Vista, Jardim Angela
|
Heliópolis, Itapevi, Paraisópolis
|
Buen ladrón de sangre ha roto la moral
|
Pero para el estado es solo un número, nada más
|
Nueve pabellones, siete mil hombres
|
Eso cuesta trescientos reales al mes, cada
|
En la última visita, el neguinho vino allí.
|
Trajo algo de fruta, Marlboro, Gratis
|
Llamó que volvió un ladrón de la zona
|
Con placa roja Kadett, Salvador
|
Pagando con gatão, maldice, abusa
|
Con nueve milímetros debajo de la blusa
|
«Oye, nigga, ven aquí, y los hermanos, ¿dónde estás?
|
¿Recuerdas aquel bastón que intentó matarme?»
|
«Esa puta gansa, pícara, como cornuda mansa
|
Me volví muy loco y dejé mi mina sola
|
La mina era virgen y aún menor de edad
|
¡Ahora hace un chupete a cambio de polvo!»
|
«Estos chats me molestan
|
Si estoy en la calle, es joder...»
|
«Sí, el mundo gira, él puede venir aquí».
|
«No, ya, ya, mi proceso está ahí
|
Quiero cambiar, quiero irme
|
Si me tropiezo con este tipo, no tiene pala, no tiene pedo
|
Y tendré que firmar ciento veintiuno.»
|
Amaneció soleado, 2 de octubre
|
Todo funcionando, limpieza, jumbo
|
Temprano en la mañana sentí un escalofrío
|
No hacía viento, no hacía frío
|
Las liquidaciones de cuentas son casi todos los días.
|
Hay otro pronto, lo sabía
|
Lealtad es lo que todo preso intenta
|
Alcanzar la paz, de forma violenta
|
Si un canalla se mete con alguien |
Toma puntadas en la cara como Frankenstein
|
Humo en la ventana, hay fuego en la celda
|
Fudeu, se fue mas allá, si pan!, tiene un rehén
|
La mayoría se involucró
|
Para como cinco o seis que no tienen nada que perder
|
Dos considerados ladrones comenzaron a discutir
|
Pero no se imaginaban lo que vendría
|
Narcotraficantes, asesinos, estafadores
|
La mayoría de los niños de primaria
|
Era el hueco que quería el sistema
|
Avisa al IML, ha llegado el gran día
|
Depende del «sí» o «no» de un solo hombre
|
¿Quién prefiere ser neutral por teléfono?
|
Ratatatá, caviar y champagne
|
Fleury fue a almorzar, ¡que se joda mi madre!
|
Perros asesinos, gases lacrimógenos…
|
¡Quien mate a más ladrones gana una medalla de premio!
|
El ser humano es descartable en Brasil
|
Como modos usados o bombril
|
¿Cadena? |
Guardar el sistema no quería
|
Oculta lo que la novela no dice
|
Ratatata! |
la sangre brota como agua
|
De la oreja, de la boca y de la nariz
|
«El Señor es mi pastor», perdona lo que hizo tu hijo
|
Murió boca abajo en el Salmo 23
|
Sin sacerdote, sin reportero
|
Sin arma, sin ayuda
|
Conseguirás el VIH en la boca del perro.
|
Cadáveres en el pozo, en el patio interior
|
¡Adolf Hitler sonríe en el infierno!
|
El Robocop del gobierno es frio, no le da pena
|
Solo odio y risas como la hiena
|
Ratatatá, Fleury y su pandilla
|
Ir a nadar en un charco de sangre
|
Pero, ¿quién creerá mi testimonio?
|
3 de octubre, diario de un recluso... |