| Besos de inmenso cariño
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| No para parejas jóvenes enamoradas.
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| Pero una salvación más profunda de la automedicación
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| No se puede encontrar dignidad en esta cansada historia de devoción.
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| Una esclavitud abrumadora donde «arrepentirse» es una mala palabra
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| Llanuras blancas. |
| Campos de momentos inconmensurables
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| Una corriente carmesí en un sendero que conduce a un barco de tontos
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| La mujer desamparada. |
| Agendas de crueldad
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| Pedazos rotos de esperanza, de sueños y vanidades
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| Las piezas de un rompecabezas. |
| Carne en el rabillo del ojo
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| Momentos desaparecidos aún inconmensurables
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| Todavía representado en el marco de la mente
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| Tu amante, tu enamorada es un engaño
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| Cuando lloras, ¿dónde está tu «Dios»?
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| Muerde la mano que da de comer
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| Corta esos dedos, rasga esas extremidades
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| Sin fin, este pseudo-amor es nada
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| No es sino aflicción y deseo de una necesidad mayor
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| Transfigurado por la promesa de una luz
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| Pero no hay fluorescencia al final del túnel
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| Páramos verdes. |
| Una vista espléndida donde los horizontes mueren
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| La corriente carmesí todavía corre
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| Y las agendas de la crueldad todavía muerden (todavía llora)
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| La certeza es tu caída
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| Tan fácil sería dejarlo ir, morir ahora
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| Vete y nunca vuelvas al resto
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| Solo piezas dispersas. |
| Oscuridad y estrellas
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| Iluminación y sombras. |
| Pensamientos de grandeza y exceso de confianza
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| Sube al barco de los tontos. |
| Izar y zarpar hacia la previsibilidad
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| Fin: en una bruma, tu mente se va por el desagüe
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| Sé testigo de ti mismo aquí
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| Imagina la vergüenza de todos tus amigos y familiares
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| No digas que no te importa
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| Toca la campana de la justicia. |
| ¡Escúchalo!
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| reprocharte a ti mismo
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| Elimina la debilidad en tu pecho y tu alma
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| La salvación es engaño
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| La tensión se acumula. |
| Lasitud
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| Un espejismo tan esquivo
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| Virtud triste. |
| Afecto muerto
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| Aquí termina este agravio
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| Aquí descansas en suelo húmedo
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| no hay nadie de luto
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| Nada que sugiera que a nadie le importó |