| Aquí hay un hombre, su propio espejo trágico
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| Capaz de tales crímenes, tiene miedo.
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| Mirarse a sí mismo demasiado tiempo a la vez
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| Aquí hay un hombre, su propia preocupación envuelta
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| Pensando que va a hacer mal muy pronto
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| La respuesta permanece encerrada en su cabeza.
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| Y la caridad juega un juego con tu cabeza
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| Te llega ahora, te llega ahora
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| Y la caridad juega con tu cabeza
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| Te llega ahora, te llega ahora
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| De alguna manera tienes que ser inteligente
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| Y actúa como si nada te fuera a romper
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| Romperte, romper tu espejo en dos
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| He aquí un hombre consciente de sus defectos
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| Un alma tan sensible tan rebelde
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| Capaz de detectar sus defectos.
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| Aquí hay un hombre farisaico, compasivo
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| Enfermería de pérdidas y dolor e infligir culpa
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| Eso debería mantenerlos ocupados durante días.
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| Y la caridad juega un juego con tu cabeza
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| Te llega ahora, te llega ahora
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| Y la vanidad saca a pasear a tu perro
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| Te llega ahora, te llega ahora
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| De alguna manera tienes que ser inteligente
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| Y actuar como si nada nunca va a
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| romperte, romperte, romper tu espejo en dos
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| Aquí hay un hombre que realmente merece la atención.
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| Tan maduro pero tan tonto
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| A plena luz del día la respuesta permanece encerrada en su cabeza
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| Está dando vueltas en algún lugar de su cabeza. |