Somos niños calentados por las cenizas de una casa quemada.
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Buscamos la paz en los ecos de las canciones de cuna de otras personas.
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Y vemos en sueños que nos vienen una y otra vez,
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Como las cúpulas escarlatas de las velas de los barcos arden.
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Esperamos todos los días cartas nunca escritas.
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Escondemos nuestra amargura dolorosa en cuadernos.
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Y la felicidad cuelga de la vid como un racimo de uvas,
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Qué pena que no se haya escrito una historia sobre una tierra así.
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Susurran a sus espaldas
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tallos de hierba viva,
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Los vientos están hablando.
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tu no estando conmigo
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Todavía tiene razón de nuevo.
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- Donde, dices, también,
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¿Lo viste tú mismo?
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— Creo que lo es.
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Todo lo vivido no cuenta.
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Doy el primer paso.
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Crecimos de inmediato, dándonos cuenta de la amargura de las lágrimas de la madre.
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Y nuestros pecados son sus manos endurecidas.
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A menudo perdonábamos a los extraños, sin perdonar a los más cercanos a nosotros,
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Y dieron alegría con moderación después de una larga separación.
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Cuenta regresiva final antes del inicio, líneas revisadas.
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La suerte ha sido probada repetidamente para detectar piojos.
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Quemo la tableta: en esos mapas solo hay caminos antiguos,
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Espero que ninguno de nosotros regrese.
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Y ahí susurran a tus espaldas
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tallos de hierba viva,
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Los vientos están hablando.
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Allí, todos en alfombras pintadas,
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Abajo yace la tierra.
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-Dónde, dices, también,
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te vi asi
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¿Has oído hablar de otro?
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- Todo lo adquirido no cuenta.
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Doy el segundo paso.
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Estamos dando vueltas a baja altura como dos albatros,
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Con la esperanza de ver las señales de las luces de búsqueda.
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Y la costa se ha convertido durante mucho tiempo en una franja gris oscuro,
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El último estrecho pronto estará limitado por la escarcha.
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Solo hay una salida: este es el camino en un témpano de hielo a la deriva.
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Mi plan está condenado, pero recuerdo por qué me arriesgo.
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Soy un fiel partidario de las líneas sencillas y sin curvas.
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Agárrate del hombro, que ya voy derecho.
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Donde susurran a tus espaldas
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tallos de hierba viva,
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Y allí hablan los vientos.
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A donde detrás de la popa tallada
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La fragata hierve de agua.
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- Quien, también dices,
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¿Te lo dijo?
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- Sé que lo es.
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Todo lo vivido no cuenta.
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Tenemos el último paso. |