| La mujer que lo tiene todo
|
| Para dar el sabor de las fiestas carnales
|
| La mujer que despierta en nosotros tanta pasión brutal
|
| La mujer es ante todo sentimental
|
| Pero en la mano las largas caminatas
|
| Flores, notas de amor, serenatas.
|
| Los crímenes, las locuras que uno comete por sus hermosos ojos
|
| La lleva, pero...
|
| Excepto cuando ama a un hombre con ternura
|
| Siempre sensible entonces a sus caricias
|
| Siempre dispuesto, siempre inclinado a emocionarse
|
| Se aburre sin darse cuenta
|
| O cuando tiene necesidades tiránicas
|
| Que ella sufre de ninfomanía crónica
|
| Es ella quien luego hace pasar a sus adoradores
|
| Malditos cuartos de hora
|
| Noventa y cinco veces de cada cien
|
| Esposa se aburre follando
|
| Ya sea que lo mantenga en secreto o lo confiese
|
| No todos los días le animamos las nalgas
|
| Los pobres bastardos convencidos
|
| Por el contrario son cornudos
|
| El "todavía", el "está bien", el "sigue"
|
| Que ella grita para simular que sube a los cielos
|
| Es pura caridad, los suspiros de los ángeles no son
|
| Por lo general, solo mentiras piadosas
|
| Es con el único propósito de que su socio
|
| Se cree un amante extraordinario
|
| que el gallo tonto y pretencioso posado en él
|
| no te decepciones
|
| Escucho que los comentarios van bien.
|
| De los que construyen castillos en Cythera
|
| "Es porque eres torpe, torpe
|
| Que ella siempre mantenga la calma”
|
| Tal vez, pero te pesan los asaltos
|
| De estos pequeños-me-has-visto-cuando-cojo
|
| Señoras, dejándolas comer el placer de su espalda
|
| Canta en petto...
|
| Noventa y cinco veces de cada cien
|
| Esposa se aburre follando
|
| Ya sea que lo mantenga en secreto o lo confiese
|
| No todos los días le animamos las nalgas
|
| Los pobres bastardos convencidos
|
| Por el contrario son cornudos
|
| En la hora de la obra de la carne
|
| Ella es a menudo triste, barata
|
| Si él no escucha el corazón que late
|
| El cuerpo tampoco se inmuta |