De los mares del sur a la fría taiga
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En una red de ciudades y pueblos grises,
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Explotando de felicidad, ardiendo de anhelo,
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Estamos vivos mientras hay noche y hay día.
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Estamos vivos hasta que se apague el fuego
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Bajo el yugo de ladrones y mongoles-tártaros,
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Mientras haya un amigo y mientras haya un enemigo
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El fuego no se apagará en el cofre caliente.
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Yo canto sobre un gran país
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Y no me importa lo que piensen alrededor.
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Desde arriba se me da el honor
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Para compartir un momento de dicha y tormento con ella.
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La fuerza de la mano no se debilitaría,
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La fe del alma no se extinguiría.
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Los compatriotas vendrán al rescate.
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Ellos darán su vida por ella.
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Siglos de batalla, guerra y desgracia,
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Terror de tiranos y genios de almas,
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Pecaminosas caídas y subidas al plano astral,
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Calor insustituible, frío interminable.
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En el denso bosque y las interminables estepas
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Luchamos y llegamos hasta el final lo mejor que pudimos
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Con dignidad en mi corazón y fe en mí mismo.
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¡Somos hijos de sangre de la gran tierra!
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Yo canto sobre un gran país
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Y no me importa lo que piensen alrededor.
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Desde arriba se me da el honor
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Para compartir un momento de dicha y tormento con ella.
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La fuerza de la mano no se debilitaría,
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La fe del alma no se extinguiría.
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Los compatriotas vendrán al rescate.
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Ellos darán su vida por ella. |