| El paraíso es sólo miedo.
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| El cielo es el aullido de los perros.
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| Y en las palmas apretadas, la nieve no será agua,
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| se convertirá en sangre.
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| Y fluirán al Gran Río en arroyos
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| El odio y el amor
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| Habiendo recibido tu Paraíso, Paraíso, Paraíso...
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| Habiendo recibido tu Paraíso, Paraíso, Paraíso...
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| Verás, las ventiscas están barriendo.
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| ¿Oyes: viento, viento, viento!
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| Estas son nuestras almas que buscan desesperadamente su tierra.
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| Gran Señor, escucha nuestra voz,
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| Después de todo, somos tus hijos, hijos, hijos.
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| Danos tu amor, danos un poco.
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| Danos Paraíso, Paraíso, Paraíso...
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| Danos Paraíso, Paraíso, Paraíso...
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| Danos...
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| El corazón no es una piedra, es un volcán.
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| Y los ojos son témpanos de hielo, pero solo en primavera.
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| Los eternos pecadores enrollan su piedra. |
| ¡Arriba!
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| Y aunque nuestra sangre jamás se convertirá en agua ni en tierra.
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| Pero, oh Señor justo, ten piedad y sálvanos a todos.
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| Danos Paraíso, Paraíso, Paraíso...
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| Danos Paraíso, Paraíso, Paraíso...
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| Danos Paraíso, Paraíso, Paraíso...
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| Danos Paraíso, Paraíso, Paraíso...
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| Danos el Paraíso. |