| donde habia
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| Campanas brillantes para anunciar
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| Ha llegado el momento de orar
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| Ahora se levanta
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| Quema de cadáveres sin cabeza
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| Como solías hacer
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| Donde hubo
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| La fuente de tu agua divina
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| Mezclar con sangre
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| Te lo mereces
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| Ahogarse en lo sagrado ahora convertido
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| En veneno cae
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| ¡Quemen sus santos, sus hijos, salven algunos esclavos!
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| Tenemos que sufrir por lo que dice la profecía
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| Rompe el altar, hay oro adentro
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| Redímense una vez más, una última vez
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| Mata a los adeptos, roba su collar.
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| Quema el suelo, este es el mejor lugar para que nos levantemos
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| donde habia
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| Sus dagas ceremoniales
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| Construimos nuestro arsenal
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| donde la sacerdotisa
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| Estaba gritando el ritual
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| Hemos elegido nuestro ministerio
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| ¡Quemen sus santos, sus hijos, salven algunos esclavos!
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| Tenemos que sufrir por lo que dice la profecía
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| Rompe el altar, hay oro adentro
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| Redímense una vez más, una última vez
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| Mata a los adeptos, roba su collar.
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| Quema el suelo, este es el mejor lugar para que nos levantemos
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| Cuidado con el hombre bestia, porque es peón del diablo
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| Solo entre los primates de Dios, él mata por deporte, lujuria o codicia.
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| Sí, matará a su hermano para poseer la tierra de su hermano.
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| Que no se reproduzca en gran número
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| porque hará de su casa y de la tuya un desierto
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| El es el heraldo de la muerte
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| ¡Quemen sus santos, sus hijos, salven algunos esclavos!
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| Tenemos que sufrir por lo que dice la profecía
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| Rompe el altar, hay oro adentro
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| Redímense una vez más, una última vez
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| Mata a los adeptos, roba su collar.
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| Quema el suelo, este es el mejor lugar para que nos levantemos |