| Aquí están las hojas sin savia
|
| cayendo sobre la hierba
|
| aquí viene el viento que se levanta
|
| y gemidos en el valle
|
| aquí está la golondrina errante
|
| quien se afeita con la punta del ala
|
| el agua quieta de los pantanos
|
| aquí está el niño de las cabañas
|
| que recoge en el brezo
|
| madera caída de los bosques
|
| Es la temporada cuando todo cae
|
| a los redoblados soplos de los vientos
|
| un viento que viene de la tumba
|
| también cosechar los vivos
|
| luego caen por mil
|
| como la pluma inútil
|
| que el águila deja en el aire
|
| cuando plumas nuevas
|
| ven a calentar sus alas
|
| a medida que se acerca el invierno
|
| Fue entonces cuando mi párpado
|
| te vi desvanecerte y morir
|
| fruta tierna solo a la luz
|
| dios no lo dejo morir
|
| aunque joven en la tierra
|
| ya estoy solo
|
| entre los de mi temporada
|
| y cuando me digo a mi mismo
|
| "¿Dónde están los que ama tu corazón?"
|
| miro la hierba
|
| es un amigo de la infancia
|
| solo en los dias oscuros de la desgracia
|
| nos prestó la providencia
|
| para apoyar nuestros corazones
|
| ya no está: nuestra alma es viuda
|
| nos sigue en nuestra prueba
|
| y nos dice con pena
|
| "Amigo si tu alma está llena
|
| de tu alegría o de tu dolor
|
| ¿Quién se llevará la mitad?"
|
| ella es una novia joven
|
| quien, frente ceñida con la venda de los ojos
|
| tomó un solo pensamiento
|
| desde su juventud hasta la tumba
|
| ¡Triste, ay! |
| en el cielo mismo
|
| volver a ver a la persona que ama
|
| ella vuelve sobre sus pasos
|
| y le dijo: "¡Mi tumba es verde!
|
| en esta tierra desértica
|
| ¿Que estas esperando? |
| ¡No estoy ahí!"
|
| Es la pálida sombra de un padre.
|
| quien murio nombrándonos
|
| es una hermana, es un hermano
|
| delante de nosotros por un tiempo
|
| finalmente todos aquellos cuya vida
|
| un día u otro encantado,
|
| tomar una parte de nosotros
|
| susurro bajo la piedra
|
| "tú que ves la luz
|
| ¿Te acuerdas de nosotros?"
|
| Aquí están las hojas sin savia
|
| cayendo sobre la hierba
|
| aquí viene el viento que se levanta
|
| y gemidos en el valle
|
| aquí está la golondrina errante
|
| quien se afeita con la punta del ala
|
| el agua quieta de los pantanos
|
| aquí está el niño de las cabañas
|
| que recoge en el brezo
|
| madera caída de los bosques |