| Muy lejos, la hinchazón polar, dolorida y resonante,
|
| Cayendo a través del éter como una viuda esperando el sueño.
|
| Listo, el resto solitario,
|
| Un sentimiento familiar advirtiéndonos que sus fuentes deben romperse.
|
| Ahora que la apatía se ha hecho,
|
| A muerte, que este verso sirva de epitafio.
|
| Encontraste a Dios, encontraste a Dios, encontraste a Dios,
|
| Y ahora no puedo permitirme tu amor...
|
| Sin embargo, estoy ebrio de alivio.
|
| besándose en la disonancia,
|
| Ahora solo tenemos la gramática del dolor y todas nuestras pequeñas maneras.
|
| Porque mientras yacía despierto, arrastrándome entre el zumbido,
|
| Siento esa hinchazón ahora.
|
| En el lado cableado de la hambruna por ti,
|
| púas y delirante con bonitos alfileres de pánico por mi bebé,
|
| y la cacofonía cancerosa de los sueños de una viuda,
|
| Sin embargo, todo lo que escucho es melodía,
|
| Y disonancia discutiendo pero resolviendo estar de acuerdo.
|
| Las vidas se gastan en discusiones,
|
| Que nuestros últimos años caigan libres de miedo pero ni siquiera.
|
| Viva, viva la diferencia.
|
| Sé que no puedo permitirme tu amor,
|
| Sin embargo, estoy feliz en la derrota.
|
| Exponiendo todo y exhalando,
|
| Soy el modelo de alivio que espera una epifanía.
|
| Porque mientras me desperdiciaba, arrastrándome entre el zumbido,
|
| Siento esa hinchazón, el eco y el dolor,
|
| De todas sus manitas, de todas sus manitas...
|
| tus palabras no son nada,
|
| Tus palabras ya no resuenan en mí,
|
| Soy el modelo de relieve que espera una epifanía...
|
| Encontraste a Dios, encontraste a Dios, encontraste a Dios.
|
| Viva, viva la diferencia.
|
| Tus palabras se pierden en un archivo vago,
|
| Así que sálvame, no, perdóname, los aleluyas…
|
| El cielo nunca fue suficiente,
|
| Tus ojos están mirando tan duro,
|
| Quítate de encima ahora que has encontrado a Dios.
|
| No puedo permitirme tu amor... |