| Cada vez que una palabra cariñosa
|
| Ha sanado mi corazón atribulado
|
| Jesús, es tu voz la que reconozco
|
| Y cada vez que me he sentido solo
|
| O a punto de desmoronarse
|
| Te has mostrado en los dulces ojos de alguien.
|
| Y aunque este mundo a veces puede sentirse
|
| Como si fuera una tierra desértica
|
| He visto tus flores crecer en la arena
|
| Podría llorar al pensar
|
| que a lo largo de mi andar sinuoso
|
| Es tu gracia lo que sigo recibiendo
|
| Eres la luz dorada brillante
|
| Haciendo jardines en mi alma
|
| Y a través de tu amor
|
| Que va más allá de toda razón
|
| He visto un Rincón del Edén
|
| he visto a algunas personas
|
| que no tenía nada a su nombre
|
| Repartiendo el regalo de la esperanza con solo una sonrisa
|
| Y he sentido tu misericordia
|
| Llegando a través de un amigo mío
|
| Cuando perdonaron mi egoísmo y orgullo
|
| Y cada vez que mi espíritu
|
| Se cubre con el polvo de la vida
|
| Me lavas en la ducha de tu amor
|
| Podría llorar al pensar
|
| que a lo largo de mi andar sinuoso
|
| Es tu gracia lo que sigo recibiendo
|
| Eres la luz dorada brillante
|
| Haciendo jardines en mi alma
|
| Y a través de tu amor
|
| Que va más allá de toda razón
|
| He visto un Rincón del Edén
|
| Con cada respiro que tomo
|
| En silencio rezo
|
| que la belleza de tu vida en mi
|
| Florecerá todos los días
|
| Podría llorar al pensar
|
| que a lo largo de mi andar sinuoso
|
| Es tu gracia lo que sigo recibiendo
|
| Eres la luz dorada brillante
|
| Haciendo jardines en mi alma
|
| Y a través de tu amor
|
| Que va más allá de toda razón
|
| he visto un rincón
|
| He visto un Rincón del Edén |