Información de la canción En esta página puedes encontrar la letra de la canción Gringo Pistolero, artista - Michael Martin Murphey. canción del álbum Austinology - Alleys of Austin, en el genero Кантри
Fecha de emisión: 18.10.2018
Etiqueta de registro: Soundly, Wildfire
Idioma de la canción: inglés
Gringo Pistolero(original) |
When the bandit, Chico Cana, crossed the river, at Boquillas |
Stole the young bride of the rancher Juan Otero |
Juan caught up his fastest mare, and north to Marathon he rode |
To hire himself, a gringo pistolero |
Spread the word along the river, tell it through the borderland |
That the Hound of Death is howling, after Chico Cana’s band |
Juan will seal their fate as surely as the rising of the sun |
With the guns, of the gringo pistolero |
The round hat of a trooper, cast a shadow ‘crost his eyes |
As he listened to the tale of Juan Otero |
At the name of Chico Cana, there could be no talk of price |
Just the Gringo’s vow of vengeance, «Yo arrero» |
Oil the big Colt automatics, and with the daylight, he was gone |
With the coming cold, and darkness, he rode into Castollon |
And a drunken bandit, caught there read the message |
«Talk or Die!» |
In the eyes of the Gringo Pistolero |
Where the Canyon Colorado, twists its way among the rocks |
And the ribbon of the sky is long and narrow |
In a jacal of adobe, bruised and tied up on the floor |
Wept the young wife of the rancher Juan Otero |
Bandit mirrors on the cliff-tops, flash the message now |
«He comes» |
Ask the number of his followers, the number of their guns |
And the aviso flashed to Chico, like the fallin' of a stone |
«He comes alone, the Gringo Pistolero.» |
Hidden high above the canyon where the falcon rides the wind |
Chico’s best hawk-eyed aviso, Juan Romero |
Put his mirror in his shirt and gazed with worry toward the rocks |
Where he last had seen the Gringo Pistolero |
«Put the sights up to 800; |
hold a yard left, for the wind |
And there’s one, By God, aviso that will NEVER flash again!» |
Weeping red tears, from a third eye, that the guilty cannot feel |
From the Springfield of the Gringo Pistolero |
«Chico Cana, you have stole your last damn U.S. dollar bill! |
I have come for you and all your companeros |
You can fight and do your damnedest, or just send the lady out!» |
Came the challenge of the Gringo Pistolero |
Bandit rifles down the canyon, to the left and to the right |
Fearful eyes that watched and waited ‘til the falling of the night |
Angry cut-throats, that ignored the weeping lady on the floor |
And through the back door, came the Gringo Pistolero! |
Big Colt autos spitting Thunder-Death at everything that moved! |
Flashing lightning in the jacal, long and narrow |
Ending hate, and greed and cruelty, with final flying truth |
From the sure hand of the Gringo Pistolero! |
When one hot and smoking pistol dropped down empty in the dirt |
Then another sprang like magic, from inside the gringo’s shirt |
And the lead-storm never stopped, ‘til there was no one left unhurt |
But the lady and the Gringo Pistolero |
Word has spread to Ojinaga, where the Conchos tumbles down |
And a man’s death can come swifter than an arrow |
That although the law be empty words, still justice can be found |
For no border stops the Gringo Pistolero! |
And the old wives tell how Juan’s wife came back |
Beautiful and fair |
And lived happily through children, and the years of silver hair |
But, the young girls say Otero did not treat her well, back there |
So she left him for the Gringo Pistolero! |
When the bandit, Chico Cana, crossed the river, at Boquillas |
Stole the young bride of the rancher Juan Otero |
Juan caught up his fastest mare, and north to Marathon he rode |
To hire himself, a gringo pistolero |
(traducción) |
Cuando el bandolero Chico Cana cruzó el río, en Boquillas |
Robó la novia joven del ranchero Juan Otero |
Juan alcanzó a su yegua más rápida, y al norte de Marathon montó |
Para contratarse, un gringo pistolero |
Corre la voz a lo largo del río, cuéntalo a través de la frontera |
Que aúlla el Sabueso de la Muerte, tras la banda de Chico Cana |
Juan sellará su destino tan seguro como la salida del sol |
Con las pistolas, del gringo pistolero |
El sombrero redondo de un soldado, arroja una sombra sobre sus ojos |
Mientras escuchaba el cuento de Juan Otero |
A nombre de Chico Cana, no se podía hablar de precio |
Solo el voto de venganza del Gringo, «Yo arrero» |
Aceite las grandes Colt automáticas, y con la luz del día, se había ido |
Con el frío que se avecinaba y la oscuridad, cabalgó hasta Castollon |
Y un bandido borracho, atrapado allí leyó el mensaje |
«¡Habla o muere!» |
A los ojos del Gringo Pistolero |
Donde el Cañón Colorado serpentea entre las rocas |
Y la cinta del cielo es larga y estrecha |
En un jacal de adobe magullado y amarrado en el suelo |
Lloró la joven esposa del ganadero Juan Otero |
Espejos bandidos en las cimas de los acantilados, muestra el mensaje ahora |
"Él viene" |
Pregúntale el número de sus seguidores, el número de sus armas |
Y el aviso brilló a Chico, como la caída de una piedra |
«Viene solo, el Gringo Pistolero.» |
Escondido en lo alto del cañón donde el halcón monta el viento |
El mejor aviso ojo de halcón de Chico, Juan Romero |
Puso su espejo en su camisa y miró con preocupación hacia las rocas. |
Dónde había visto por última vez al Gringo Pistolero |
«Pongan las miras a 800; |
mantén una yarda a la izquierda, para el viento |
Y hay uno, ¡Por Dios, aviso que NUNCA volverá a parpadear!» |
Llorando lágrimas rojas, de un tercer ojo, que el culpable no puede sentir |
Del Springfield del Gringo Pistolero |
«¡Chico Cana, te has robado tu último maldito billete de un dólar! |
He venido por ti y todos tus compañeros |
¡Puedes pelear y hacer lo mejor que puedas, o simplemente enviar a la dama!» |
Llegó el reto del Gringo Pistolero |
Los bandidos disparan por el cañón, a la izquierda y a la derecha |
Ojos temerosos que observaron y esperaron hasta la caída de la noche |
Degolladores enojados, que ignoraron a la dama que lloraba en el suelo |
¡Y por la puerta de atrás salió el Gringo Pistolero! |
¡Los autos Big Colt escupían Thunder-Death a todo lo que se movía! |
Relámpago intermitente en el jacal, largo y angosto |
Poner fin al odio, la codicia y la crueldad, con la verdad voladora final |
¡De la mano certera del Gringo Pistolero! |
Cuando una pistola caliente y humeante cayó vacía en la tierra |
Luego otro saltó como por arte de magia, por dentro de la camisa del gringo |
Y la tormenta de plomo nunca se detuvo, hasta que no hubo nadie ileso |
pero la dama y el gringo pistolero |
Se ha corrido la voz a Ojinaga, donde los Conchos se derrumban |
Y la muerte de un hombre puede llegar más rápido que una flecha |
Que aunque la ley sea palabras vacías, aún se puede encontrar justicia |
¡Porque ninguna frontera detiene al Gringo Pistolero! |
Y las viejas cuentan como volvió la mujer de Juan |
hermosa y justa |
Y vivió feliz a través de los niños, y los años de cabello plateado |
Pero, las jóvenes dicen que Otero no la trató bien, allá atrás |
¡Así que lo dejó por el Gringo Pistolero! |
Cuando el bandolero Chico Cana cruzó el río, en Boquillas |
Robó la novia joven del ranchero Juan Otero |
Juan alcanzó a su yegua más rápida, y al norte de Marathon montó |
Para contratarse, un gringo pistolero |